La policía antidisturbios de Turquía disparó ayer gas lacrimógeno y utilizó cañones de agua en Estambul y en Ankara para reprimir movilizaciones de centenares de jóvenes que intentaron acceder a la emblemática plaza Taksim de Estambul, en el primer aniversario de las protestas antigubernamentales contra el primer ministro Recep Tayyip Erdogan. Durante la operación la policía arrestó a 103 personas, entre ellas a un corresponsal de CNN que informaba de lo ocurrido, informaron medios locales.

Los cordones policiales rodearon varios barrios del centro de Estambul y del parque Gezi. Pese al despliegue policial, pequeños grupos lograron infiltrarse en la comercial calle Istiklal, donde cientos de personas cantaron consignas contra el gobierno, rodeadas por los agentes.

AGRESIÓN. Al intentar marchar hacia Taksim, un grupo de la izquierda radical empezó a tirar botellas contra el cordón de agentes, que reaccionaron lanzando gases lacrimógenos, chorros de agua y cargando con sus porras.

Los policías evacuaron toda la calle y realizaron durante la operación 103 arrestos, entre ellos el reportero de la cadena estadunidense CNN, Iván Watson, que fue interrumpido por la policía mientras realizaba una transmisión en directo.

Watson fue liberado media hora más tarde, según informó él mismo en su cuenta de la red social Twitter.

DESPLIEGUE. Según el periódico Hürriyet, el gobierno alquiló varios aviones a la aerolínea Turkish Airlines para trasladar a Estambul a agentes de 11 provincias de Anatolia.

Asimismo, el rotativo indica que unos 25 mil policías (muchos vestidos de civil), apoyados por 50 blindados y al menos dos helicópteros, participaron en el despliegue.

Las protestas en Turquía que detonaron hace un año derivaron por los planes del gobierno para destruir esta pequeña zona verde y construir en su lugar un centro comercial. Las movilizaciones desde entonces se mantienen en todo el país.