La llegada de los cancilleres del Grupo de los cinco más uno (G5+1) a esta ciudad aumenta las expectativas de que se pueda lograr un acuerdo con Teherán sobre su controvertido programa nuclear.

La víspera llegó a Ginebra el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov y en la madrugada de este sábado arribó el secretario de Estado de los Estados Unidos, John Kerry, cuya presencia se considera clave para sellar un acuerdo.

Conforme ha transcurrido la mañana se han ido sumando a las conversaciones el canciller de Francia, Laurent Fabius, y sus homólogos de Reino Unido, William Hague, y de Alemania, Guido Westerwelle.

El miércoles pasado inició la tercera ronda de negociaciones sobre el programa nuclear iraní lideradas por la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton, en representación del G5+1 y el ministro de Exteriores de Irán, Mohamed Javad Zarif.

Las conversaciones han transcurrido a puerta cerrada y con las más estrictas medidas de seguridad en un lujoso hotel de la ciudad y de acuerdo a expertos es muy probable que el día de hoy sea el escenario de un acuerdo calificado como “histórico”.

De acuerdo a expertos el cierre de un acuerdo previo a un tratado más comprensivo es “clave” para lograr un acercamiento entre Occidente y el país árabe, caracterizado por una larga historia de desencuentros.

El acuerdo al que se pretende llegar es sábado y del que se desconocen los detalles, básicamente ofrece alivio de las fuertes sanciones impuestas a Irán, a cambio de que el país cese el enriquecimiento de uranio que puede ser utilizado con fines bélicos y conceda el acceso a su reservado programa nuclear.

Se espera el día de hoy una jornada larga e intensa en donde reina cierta urgencia, ya que según los indicios recabados por el Organismo Internacional de la Energía Atómica, si Irán se lo propone, podría conseguir la bomba atómica en menos de un año.