La odisea cinematográfica de Stanley Kubrick

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“Siempre he disfrutado hacer frente a una situación un poco surrealista y presentarla de manera realista. Siempre me han gustado los cuentos de hadas y mitos, historias mágicas”, expresaba el cineasta estadunidense Stanley Kubrick sobre su obra que dejó títulos memorables. El director nació el 26 de julio de 1928 en un barrio del Bronx de Nueva York.


El cineasta, uno de los máximos e influyentes realizadores de la historia del cine y que se caracterizaba por ser perfeccionista, obsesivo y huraño, al mismo tiempo, encontró en el cine su mayor afición desde la niñez junto a sus otras pasiones: la lectura, el ajedrez y la fotografía. Nunca fue un buen estudiante, no por falta de inteligencia, sino por falta de interés.


La fotografía le permitió colaborar con reportajes fotográficos de las principales estrellas del momento para la revista Look, en la que comenzó a forjar su reputación profesional. Realizó pequeños cortometrajes antes de filmar su primera película, Fear and Desire (1953), que financió con 13 mil dólares obtenidos de préstamos familiares. El filme trata de un pelotón de soldados que lucha en una tierra sin nombre.


Las pequeñas ganancias de Fear and Desire le permitieron filmar su siguiente largomentraje, El beso del asesino (Killer’s Kiss) en 1955. La película contó con pocos medios, pero el trabajo de Kubrick con la fotografía en blanco y negro llamó la atención de James B. Harris, un productor de la NBC, quien ofreció a Kubrick formar una productora que filmaría su siguiente película.


En 1955 Kubrick se casó con la directora artística y bailarina austriaca Ruth Sobotka (actriz que aparecía en El beso del asesino). Ella misma se ocuparía de la dirección artística de The killing de 1956, la primera gran obra de su esposo, producida por Kubrick y Harris. La película contó con un presupuesto de 320 mil dólares y un reparto de importantes actores de Hollywood, encabezados por Sterling Hayden.


El filme atrajo las miradas de algunos personajes de Hollywood como la superestrella Kirk Douglas, quien firmó con Harris-Kubrick un contrato para cinco películas. La primera de ellas sería Senderos de gloria (Paths of Glory) de 1957, la cual se convirtió en la primera que generaría controversia.


En 1960, el mismo Kirk Douglas propone a Kubrick dirigir la película Espartaco, ya que había despedido a Mann, su director original. Kubrick aceptó, sabiendo que una película de tan alto presupuesto podía suponer un empujón a su carrera como director. Efectivamente, la película fue un éxito comercial y ganó tres premios Oscar; sin embargo, para Kubrick no fue una buena experiencia, debido a que su afán de control artístico total de sus obras chocó con el mismo afán de Kirk Douglas.


Tras las diferencias, Kubrick y Harris anulan el contrato con Douglas y comienzan su nuevo proyecto fílmico Lolita (1962), la cual está basada en la polémica novela del mismo nombre de Vladimir Nabokov, quien además se involucró como guionista del filme. La película estuvo envuelta en escándalo por adaptar la historia de seducción de una menor de edad hacia un hombre maduro. La censura atacó y Kubrick tuvo que editar bastante la película antes de estrenarla.


Para su siguiente proyecto se separó de su amigo Harris para producir en solitario Dr. Insólito o: Cómo aprendí a dejar de preocuparme y amar la bomba, en 1964, una cinta pretendía abordar de manera directa la guerra fría, que se llevaba a cabo en ese momento, y la posibilidad de un conflicto atómico, a medida que se iba documentando encontraba aspectos cada vez más hilarantes, de forma que decidió realizar una comedia de humor negro.


Cuatro años más tarde, en el clímax de su carrera, Kubrick apostó por 2001: Una odisea del espacio, uno de sus proyectos más ambiciosos cuyo guión coescribió junto a Arthur C. Clarke, quien lanzó la novela del mismo nombre al finalizar la película. La película rompió todos los moldes de la ciencia ficción hasta entonces conocidos. Kubrick, obsesivo y detallista, se hizo asesorar por la NASA y estuvo durante años estudiando cada detalle para que los efectos de la película fueran perfectos.


La siguiente obra de Kubrick es, quizás, la más polémica de su carrera: La Naranja mecánica, película basada en la novela de Anthony Burgess. La película trata de Alex, un joven adicto a la violencia, y su grupo de amigos mientras se divierten por las calles robando, golpeando, peleando, violando. Estrenada en Estados Unidos en 1971 y en Inglaterra en 1972, la película despertó una controversia nunca antes vista en el Reino Unido para un filme, en torno al contenido de la misma y sus repercusiones en los espectadores, dividiendo a los críticos, generando debates públicos en la prensa escrita, la televisión y la radio. En este país sólo pudieron ver la cinta el año 2000, tras la muerte de Kubrick.


Las siguientes películas de Kubrick también se convirtieron en clásicos inmediatos, como la película de época Barry Lyndon, la cinta de terror basada en una novela de Stephen King llamada El Resplandor y la cinta bélica Full metal Jacket.


Tras la filmación de Full metal Jacket, Kubrick entraría en un período de largo silencio creativo. Finalmente Kubrick realizó Ojos bien cerrados, de 1999, basada en la novela  de Arthur Schnitzler, narrando la vida una pareja de neoyorquinos de clase alta que viven aparentemente una feliz vida en común, pero que los sueños y fantasías sexuales de ambos empiezan a desestabilizar la relación.


Días más tarde de acabar de montar la película, el 7 de marzo de 1999 a los 70 años, Stanley Kubrick murió en la cama de su residencia de Hertfordshire, al sureste de Inglaterra, de un ataque al corazón. Su muerte congregó gran interés por parte de la prensa mundial debido a la enorme fama y reputación tanto profesional como el mito personal que ganó durante sus años de vida.






La odisea cinematográfica de Stanley Kubrick

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