Mi nombre completo es Jorge Alberto Negrete Moreno, y nací el 30 de noviembre de 1911 en la ciudad de Guanajuato, lo que me enorgullece, ya que es conocida como la cuna de la Independencia. (…)Era la época más sanguinaria, pero la más gloriosa de México, ya que se estaba gestando el movimiento revolucionario”, así se presentó el actor en una entrevista a un diario español en 1949, hoy a 102 años de su natalicio es recordado como uno de los baluartes del cine nacional.

También conocido como El charro cantor, nació y se crió en el seno de una familia con antecedentes militares, hijo del coronel David Negrete y de la señora Emilia Moreno. A causa de los movimientos revolucionarios él y sus hermanos nacieron en diferentes ciudades del país: David, (el mayor, quien después fue su representante) nació en Silao, Jorge en Guanajuato, Consuelo en San Luis Potosí, Emilia en León y María Teresa en la capital del país. Hubo otro hermano, Rubén, el último, murió al año y medio de nacido, en 1923.

“Fui educado de acuerdo a las estrictas normas de moral de la aristocracia de la época, con una buena educación y en un ambiente familiar culto. Mi familia era aficionada a la música, y siempre en las fiestas cantábamos y se tocaban diferentes instrumentos. Me inicié en la música siendo un niño”, añadió en aquella entrevista en Madrid.

A los 14 años ingresó al Heroico Colegio Militar, graduándose como Teniente de Caballería y Administración (Intendencia) del Ejército Mexicano. Allí aprendió a montar caballos, habilidad de la cual haría gala interpretando al charro mexicano en el cine como un legítimo sustituto del famoso mexicano Tito Guizar, quien antes de su llegada se había erigido como la imagen más representativa del charro mexicano.

Como militar en 1929 participó en la batalla de Jiménez, Coahuila contra las fuerzas de Gonzalo Escobar, quien acusaba a Plutarco Elías Calles de haber asesinado a Álvaro Obregón. Ahí fue testigo de lo cruel y trágica que es la guerra, en vez de combatir, las circunstancias lo obligaron a curar a los heridos de guerra y decidió que su vocación estaba en la medicina militar.

En 1931 abandonó la carrera militar para probar suerte como cantante, llamándose Alberto Moreno, porque no quería que su familia se enterara. No tardó en llamarse Jorge Negrete, con cuyo nombre cantó en las emisoras de radio XETR y WEW.

Cantor. Los inicios musicales de Jorge se dan en su familia, cuando su padre se dedica a administrar los tranvías de la ciudad de León. En el Círculo Leonés, Jorge empezó a cantar en el mariachi familiar, donde su papá tocaba la vihuela y en las reuniones familiares el escuchar opera como napolitanas, arias y zarzuelas era una costumbre, las cuales él cantaba con una entonación sorprendente.

Algunos biógrafos aseguran que un día, por casualidad, siguiendo a una mujer hermosa entró a un edificio que resultó ser una escuela de arte lírico en la que probó suerte e ingresó como alumno de canto del maestro José Pierson, director de la Compañía Impulsora de Opera México, que lo animaron a dedicarse por completo al canto como barítono en la radiodifusora XETR.

Era intérprete de romanzas mexicanas y canciones napolitanas, además de piezas de autores como Maria Grever, Alfonso Esparza Oteo y Manuel M. Ponce. En 1931 debutó en Bellas artes con la ópera La vida breve, de Manuel Falla y un año después la radiodifusora cerró sus transmisiones. Luego entró a la XEW con el apoyo de su fundador Emilio Azcárraga Vidaurreta quien le insistió que cantara termas rancheros y populares con el Trío Calaveras.

Posteriormente se fue a vivir a Nueva York en donde firmó un contrato con la cadena NBC presentándose en un teatro de esa ciudad dos veces por semana y cantando en el Radio City Music Hall, con la ilusión de cantar algún día en el Metropolitan Opera House. Pero pasó el tiempo y no tuvo éxito en Nueva York, pero aprovechó su estadía para regresar a México y debutar en el cine nacional.

Cine. “De Nueva York regresé a México en 1937 y me contrataron para debutar en el cine con la película La madrina del diablo, María Fernanda Ibáñez, hija de la actriz Sara García. María Fernanda y yo nos enamoramos, pero su madre su opuso. Al poco tiempo la que pudo haber sido mi primera mujer falleció víctima del tifo”, recordó Jorge Negrete en una entrevista para una revista chilena en 1947.

En 1938 rodó ocho filmes en México, algunos considerados clásicos del cine nacional como Aquí llegó el valentón, El cementerio de las águilas, Una luz en mi camino y La Valentina. En esta última conoció a Elisa Christy con quien se casó en Miami en 1940. Aquella relación duró poco tiempo pero de ella nació su primera hija Diana en 1942.

Fue en 1941 cuando protagonizó la película que lo catapultó a la fama mundial, ¡Ay Jalisco… no te rajes!, en la que dio vida a Salvador Pérez Gómez El Ametralladora, un personaje que busca vengar la muerte de sus padres.

En su filmografía, compuesta por 43 títulos, tocó todos los géneros, desde la comedia ranchera hasta adaptaciones de novelas de grandes autores como Pedro Antonio de Alarcón, Miguel N. Lira, Paul Fecal y Rómulo Gallegos. Destacan títulos como Historia de un gran amor (1942), Una carta de amor (1943), Gran casino (1946), Siempre tuya (1950), Dos tipos de cuidado (1952) y El rapto (1953), por mencionar algunos.

Líder. De 1944 a 1947, y en 1953, Jorge fue Secretario General de la Asociación Nacional de Actores (ANDA). Su actuación en el sindicato defendiendo los derechos de actores, músicos y trabajadores del cine, y sus esfuerzos para brindarles asistencia social y médica, ampliamente reconocida en el gremio de actores, ocupó gran parte de su labor a partir de entonces, lo que lo llevó a relegar su carrera como actor, pero sobre todo, su carrera de cantante.

“Su principal logro no fue artístico, sino el haber constituido la ANDA, un sindicato de gran cohesión y necesario, además de que él, como líder, tuvo destacada actuación”, expresó Gregorio Wallerstein, productor y director, para la revista Somos.

Muerte. Jorge Negrete falleció el 5 de diciembre de 1953 en la ciudad de Los Ángeles, California (un año después de casarse con la actriz María Félix), a causa de una enfermedad crónica originada por una hepatitis contraída en su juventud.

Ese día fue declarado de duelo nacional y se guardaron cinco minutos de silencio en todos los cines del país. Solamente en el aeropuerto de la ciudad de México se aglutinaban cerca de 10 mil personas. Una valla humana de cientos de miles de admiradores bordeaba el trayecto del Teatro de Actores (hoy Teatro Jorge Negrete) hasta El Panteón “Jardín”, al sur de la Ciudad.