Llegó el momento: ¡Hoy se conoce a la mejor película del año!
Son nueve los directores que esperan que el nombre de su filme se escuche como ganador en la categoría de Mejor Película, aunque la crítica internacional ha concentrado la competencia real en tres encabezadas por 12 años de esclavitud, del realizador inglés Steve McQueen.
El filme, que está basado en el libro homónimo sobre el caso del negro culto Salomón Northup cargado de realismo acerca de la opresión a los hombres de raza negra en el sur de Estados Unidos, parte como la favorita al obtener algunos de los premios de la máxima categoría en las ceremonias más importantes de la industria del cine como los BAFTA, los Critics’ Choice y los Globos de Oro.
El filme se catapultó por abordar el delicado tema, a través de de un estilo poco visto en Estados Unidos, más inclinado al europeo y con largas escenas en las que explota las emociones del espectador además de reclamar públicamente a Hollywood la escasa producción de filmes sobre esclavos.
“Es evidente que la esclavitud es un tabú en Hollywood, probablemente por la vergüenza respecto a un episodio tan grave y tan violento en la historia de Estados Unidos. Probablemente es el complejo industrial más largo, más duradero que ha tenido jamás América. Creo que ahora mismo la gente se está abriendo más a revisar esa parte de la historia”, comentó Steve McQueen en una entrevista para el diario El País en enero.
A través de un Chiwetel Ejiofor que emociona, acompañado de un Michael Fassbender, quien se convierte en uno de los tiranos más crueles de la cinematografía, es una cinta que cuenta una historia cruda y real con elegancia y tacto sin caer en el morbo ni el melodrama, pero que es capaz de conmover el interior del espectador.
Pisando los talones de 12 años de esclavitud aparece Gravity, el filme del realizador mexicano Alfonso Cuarón que enamoró a la industria con a epopeya espacial más fascinante y compleja de los últimos años. Un filme del que cineastas como James Cameron y Steven Spielberg han manifestado su admiración por la manera de demostrar que el formato de 3D es un recurso que falta explotar.
A través de una historia simple, en la que un par de astronautas se quedan a la deriva en el espacio luego de que una lluvia de basura espacial destruyera la nave en la que efectuaban una misión, Cuarón nos regala un catálogo de paisajes literalmente fuera de este mundo. Utiliza de manera sobresaliente el manejo de emociones a través de un ritmo lleno de acción y una edición de efectos sonoros que intensifican cada obstáculo que tiene que pasar la astronauta interpretada por Sandra Bullock.
Una de las películas que puede sorprender en la máxima categoría es El gran escándalo americano, de David O. Russell. No por nada comparte con Gravity la distinción de tener más nominaciones en los premios (10). Sin embargo, la historia de estafas a través de un cuarteto protagonista bastante bueno que ponen carisma a una película que no arriesga demasiado, carece del impacto emocional que las pasadas entregas: Juegos del destino y The Fighter.
No obstante, a pesar de que el resto de los filmes tienen menos posibilidades no dejan de ser las mejores obras del 2013, con cualidades y temas expuestos que profundizan en las entrañas de un país, o exhiben la soledad humana, o el pánico del ser humano ante las perdidas.
El club de los desahuciados, por ejemplo, pone el dedo en la llaga acerca de los prejuicios que las personas pueden tener hacía las personas que padecen sida. Con los papeles más importantes de su carrera, Matthew McConaughey y Pared Leto, nos regalan una obra sobre la empatía y exteriorizan la incapacidad de resolver y los intereses de un gobierno ante el crecimiento del virus.
El canadiense Jean-Marc Vallée fue el encargado de tomar una historia que había sido desechada en los últimos 20 años por Hollywood y, a pesar de su presupuesto limitado, rinde un merecido homenaje a un hombre que lucho contra toda una industria farmacéutica a finales de la década de los 80: Ron Woodroof.
Otros realizadores como Paul Greengrass, en Capitan Philips, representó un momento histórico en la historia naval de Estados Unidos al llevar a la pantalla el primer intento de secuestro de un barco estadunidense en mares somalíes. A través de verdaderos duelos escénicos, el debutante africano Barkhad Abdi se convierte en un auténtico roba escenas del consagrado Tom Hanks.
Otra de las propuestas interesantes es la de Martin Scorsese en El Lobo de Wall Street, en la que le da a Leonardo DiCaprio el papel de su vida al encarnar a Jordan Belfort uno de los estafadores más importantes en la historia de Estados Unidos, a través del cual retrata un mundo de excesos en el que el sexo y las drogas como el motor que rige la vida.
Por su parte Her, de Spike Jonze, cuenta la historia de un hombre (Joaquin Phoenix), quien se enamora de la voz de una aplicación que se vende como un ente con conciencia, una de las cintas más bonitas y originales del 2013 que pone en jaque la situación actual de la humanidad ante el abismal y constante crecimiento de la tecnología.
Más relegadas pero no menos importantes, aparecen Nebraska y Philomena. La primera una obra poética contada en blanco y negro de Nebraska sobre la conmovedora historia de un hombre que equivocadamente cree haber ganado un millón de dólares; la segunda el caso real de una mujer que trata de encontrar a su hijo 50 años después de abandonarlo en un reformatorio religioso.
Llegó el momento: ¡Hoy se conoce a la mejor película del año!