Francisco preside en silencio la ceremonia de la Pasión de Cristo
El papa Francisco presidió ayer en la Basílica de San Pedro de El Vaticano la ceremonia de la Pasión de Cristo del Viernes Santo sin pronunciar catequesis alguna y atendió a la incisiva homilía del predicador de la Casa Pontificia, quien criticó desde el púlpito a los hombres de poder y al “dios dinero”.
El pontífice, tal y como lo hizo en 2013 en su primer Viernes Santo como Obispo de Roma, volvió a postrarse en el suelo vestido con los paramentos rojos para orar con el rostro sobre un cojín de terciopelo ante el Altar de la Confesión, bajo el que descansan, según la Iglesia, los restos del Apóstol Pedro.
El color rojo de la vestimenta del Papa, símbolo de la caridad, se emplea, además del Viernes Santo, en otras celebraciones, como el domingo de Pentecostés.
Para levantarse se sirvió de la ayuda de dos ceremonieros, al igual que ocurrió durante el rito del lavatorio de pies del Jueves Santo que tuvo lugar en un centro para discapacitados de la capital italiana.
Acto seguido se procedió a la lectura de la Pasión de Cristo, cantada por tres diáconos, acompasada por el Coro de la Capilla Sixtina y ante una cruz tapada con un velo rojo en el altar mayor del templo.
Tras la lectura, el predicador de la Casa Pontificia, el franciscano capuchino Raniero Cantalamessa, pronunció una mordaz homilía en la que aseguró que “el ‘dios dinero’ se encarga de castigarse a sí mismo y a sus propios adoradores”.
LITURGIA. El Papa escuchó la homilía sentado con rostro severo bajo la escultura de San Pedro.
La Liturgia del Viernes Santo es la única del año en la que no hay consagración, pero sí comunión.
Esta ceremonia del Viernes Santo, que es la única de todo el año en la que no se celebra misa, precede al viacrucis, que tuvo lugar ayer por la noche en el Coliseo romano.
En esta celebración frente al Anfiteatro Flavio, símbolo de la persecución de los primeros cristianos, el pontífice tampoco pronunció homilía, según explicó el portavoz vaticano, Federico Lombardi.
Francisco preside en silencio la ceremonia de la Pasión de Cristo