Brasil queda en evidencia tras admitir que también espió a países amigos
La Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin) vigiló en Brasilia, durante el gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva, movimientos sospechosos de la embajada de Estados Unidos en Brasilia y espió a diplomáticos de Rusia, Irán e Irak, en una operación revelada ayer por el diario Folha de São Paulo.
La operación de espionaje a EU lleva el nombre de “Escritorio”, en el documento revelado por Folha de São Paulo y cuya existencia fue confirmada por la Presidencia de la República, que ha calificado de “espionaje legal” las actividades de Abin.
Según el relato de las fuerzas de inteligencia brasileñas, la embajada de EU rentó tres locales comerciales ubicados en el último piso de un centro comercial en el Lago Sur, barrio noble de Brasilia, que “funcionaban diariamente con las puertas cerradas y con las luces apagadas y sin nadie trabajando en el lugar”. Dichas salas, según el relato, “eran visitadas esporádicamente por alguien de la embajada de Estados Unidos”.
Vigilancia secreta.
La sospecha de Abin, que acabó espiando dichas salas, era que los estadunidenses podrían tener allí equipos de comunicación, estaciones de radio y computadoras.
Según la información revelada por Folha, Brasil también espió a diplomáticos de por lo menos tres países extranjeros, Rusia, Irán e Irak, que fueron sometidos a labores de vigilancia y fotografiados por agentes de la Abin durante el primer gobierno de Lula.
Los periodistas de Folha han conversado durante 15 días con agentes de la inteligencia brasileña, algunos de los cuales habían participado a la operación. Todos ellos confirmaron las acciones de espionaje a diplomáticos extranjeros.
“Gravísimo”. Legisladores, tanto de la oposición como del oficialismo, anunciaron ayer anunciar que hoy, martes, van a pedir explicaciones a la Comisión Mixta de Control de las Actividades de Inteligencia del Congreso.
El vicepresidente de dicha comisión, el senador Ricardo Ferraço, del PMDB, el mayor partido aliado del gobierno, declaro ayer que considera “gravísimo ese espionaje, aunque tenemos que ver aún en qué contexto tuvo lugar, si fue autorizado por la Justicia y fue legal. De lo contrario estaríamos ante dos pesos y dos medidas: haz lo que yo mando, pero no hagas lo que yo hago”.
El líder opositor Renaldo Caiado va a proponer la convocatoria del ministro de Justicia, Eduardo Cardozo, del de Exteriores, Luiz Alberto Figuereido, y al director general de Abin, Wison Treza.
Caiado se ha preguntado ayer: “¿Qué credibilidad tiene ahora el gobierno brasileño para protagonizar un movimiento mundial contra los Estados Unidos?”.
“Practica lo que condena”. También el senador Alvaro Dias, una de las figuras más importantes del oposicionista PSDB, ha afirmado que el documento revelado por Folha demuestra que el gobierno “practica lo que condena” y añade: “Si existe espionaje de los Estados Unidos hacia aquí, también existe de aquí hacia allí. El aparato era diferente, pero el objetivo es el mismo”.
La presidenta Dilma Rousseff lidera junto con Alemania una campaña contra las acciones de espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de EU, luego de revelar los papeles del ex agente Edward Snowden que había espiado a empresas brasileñas y a la misma mandataria. Como gesto de protesta, decidió renunciar a la visita de Estado a Washington prevista para el pasado octubre.
Brasil queda en evidencia tras admitir que también espió a países amigos