El gobernador de Texas, Rick Perry, dijo que la reforma energética que se analiza en México podría crear un auge económico que propiciaría la generación de nuevos puestos de trabajo y cambiar la dinámica de migración hacia Estados Unidos.

“Habrá una dinámica muy interesante en la que se le va a comenzar a pedir al Congreso que eche un vistazo a la política de inmigración”, sostuvo el mandatario estatal en una entrevista con el periódico The Dallas Morning News.

“Pero será de inmigración que identifica a las personas que puedan venir aquí legalmente a trabajar y ocupar los empleos que necesitamos, en lugar de la conversación muy cáustica que se ha producido en los últimos años”, apuntó.

“Todo el debate sobre la inmigración, yo les sugeriría, va a cambiar drásticamente en los próximos 12 a 24 meses” con la eventual aprobación de una reforma energética en México, manifestó.

Texas ha creado miles de empleos en los últimos tres años a raíz de la apertura de nuevos campos petroleros en el sur de la entidad, donde nuevas tecnologías están permitiendo extraer petróleo y gas de yacimientos que antes eran incosteables o inaccesibles.

La Administración de Información de Energía (EIA) reportó en agosto pasado que Texas casi duplicó su producción petrolera desde 2010, gracias a las “revolucionarias” técnicas de perforación que han dado acceso a “vastos océanos” de crudo en dicha zona.

Perry dijo creer que si el presidente de México, Enrique Peña Nieto, tiene éxito en la apertura del desarrollo energético del país a las inversiones extranjeras, esto podría crear un auge económico, produciendo una enorme creación de nuevos puestos de trabajo.

Si la reforma energética de Peña Nieto tiene éxito, esto podría cambiar la dinámica de la inmigración hacia Estados Unidos, señaló el gobernador.

Dijo que si México abre a la inversión sus campos petroleros ubicados al sur de la frontera con Texas, “vamos a tener una migración masiva de los que vinieron a trabajar aquí, que se regresaran a México, a realizar esos trabajos”.

Apuntó que si eso ocurre, Estados Unidos podría tener dificultades para encontrar trabajadores que cubran los puestos que queden vacantes.