Tiger Woods no tuvo el tercer día la magia del segundo, y quedó retrasado en la pelea del Turkish Airlines Open en el Tour Europeo.

Errores en tres de los últimos cuatro hoyos del recorrido alejaron a Woods a seis golpes del único líder, el francés Victor Dubuisson.

El estadunidense, uno del ranking mundial, batió el récord de campo el viernes, con ronda de 63 golpes, marca superada ayer por el francés Raphael Jacquelin, quien logró un 62 (-10), con 12 birdies y un doble bogey. La vuelta lo dejó con total de -15 golpes en el torneo.

La semana había empezado en forma poco corriente para Woods, quien hizo algo que nunca antes alguien había hecho: pegar un drive de un continente a otro.

Woods golpeó la pelota con su driver desde el lado asiático de Estambul, Turquía, hacia el europeo, en una ceremonia para promocionar el torneo que se celebra en Antalya. La municipalidad de Estambul cerró al tráfico uno de los carriles de uno de los puentes que atraviesan el río Bósforo para que Woods pudiera intentar su hazaña, según mostró la cadena NTV en directo.

El golfista, montado en un podio preparado para la ocasión, golpeó diez pelotas sobre uno de los cuatro puentes de suspensión más largos del mundo.

“Ser el primer golfista en hacer esto fue genial”, declaró Woods. “He pegado muchas bolas en pistas de aterrizaje, pero nunca en un puente… y no he visto un fairway más estrecho en mi vida. El viento venía de la izquierda y por el carril derecho circulaban los coches, así que una escapada por la derecha me habría costado un incidente internacional. Pasé bastantes nervios, pero conseguí pegarlas todas con draw y fue divertido. Alguien me dijo que había pegado 550 metros, así que no estuvo mal”, dijo Woods.