Denuncian pueblos de municipios de la zona centro, el daño ambiental que están causando las granjas porcinas y agrícolas al río Atoyac
Benito Juárez Ramírez
Cuitláhuac, Ver.- Comunidades de los municipios de Amatlán, Yanga, Atoyac, Cuitláhuac y Carrillo Puerto, se unieron para denunciar el daño ambiental que están causando granjas porcinas y avícolas; luego que aseguran que las principales empresas contaminantes son “Granjas Henry” y Avícola Santa Cecilia”.
Los pueblos de Ojo de Agua Chico, Ojo de Agua Grande, Santa Anita, La Pesca, Potrero Nuevo, Carrizal, Paso Mulato, San Alejo y Camarón, que se unieron a la Coordinadora de los Pueblos en Defensa del Río Atoyac, manifestaron que los propietario de estas granjas, Saúl Ruiz y Jaime Crivelli, están violando las normas de salud, al arrojar al río Atoyac, desechos de animales muertos, vísceras estiércol y restos de productos químicos destinados a la alimentación del ganado.
El problema, dijeron, empezó desde 1968, cuando las Granjas Henry se establecieron en Ojo de Agua Chico, quienes acabaron con el agua limpia, porque no solo se conformaron con arrojar el estiércol, sino tirar animales muertos –marranos –lechones-, y pollos muertos.
Hace 10 o 12 años se establecieron en Carrillo Puerto, donde en esa zona el río tenía langostinos, camarones y mojarras, de donde los campesinos pescaban para vender y así sobrevivir; hoy la contaminación ha acabado todo, afirmó Matilde Robles, del municipio de Cuitláhuac.
Aseguraron que de acuerdo a una investigación que realizaron de forma privada, encontraron que las granjas avícolas son un foco de infección viral y bacteriológica rápida y altamente mutable, debido a que miles de animales se concentran en un mismo espacio, confinados y en condiciones deplorables, con un alto consumo de fármacos y hormonas de crecimiento
y que no cuentan con un eficiente manejo de sus residuos, como lo hacen algunas granjas en México y otras partes del mundo.
El problema, comentaron, es que estos residuos de las granjas avícolas va a parar a los cuerpos de agua potable, que sirven de abasto a las comunidades campesinas e indígenas.
Aseguran que las inspecciones que hacen las instituciones de salud son amañadas y eso hace que se desconozca los niveles de contaminación y niveles de crueldad que viven estos animales dentro de las granjas.
Ante todo eso, pidieron a las instituciones gubernamentales federales, lleven a cabo una investigación real y profunda; pero sobre todo, que se lleven las granjas de esta zona que está acabando con el agua del Río Atoyac.
Denuncian pueblos de municipios de la zona centro, el daño ambiental que están causando las granjas porcinas y agrícolas al río Atoyac