Una gran fiesta rockera se vivió en el recinto ferial de Pachuca la tarde-noche del viernes. En el ITLA Fest, organizado por el Instituto Tecnológico Latinoamericano, se presentó parte de la grandeza del rock nacional: Caifanes, Julieta Venegas y Enjambre, quienes compartieron el espacio con bandas que empiezan a ganarse un lugar en la escena, Toucher y Margot.

La ovación más grande y el reconocimiento a su historia se lo llevaron Saúl Hernández, Alejandro Marcovich, Sabo Romo, Alfonso André y Diego Herrera, tras 19 años de no visitar esta ciudad.

Todo comenzó en punto de las 17:30 horas. Toucher abrió el escenario con la peculiaridad de su vocalista Celene y su línea de metales, quienes conjugan diversos géneros que desembocan en un buen latin rock. Uno de sus temas fue “Mi Pasión” y los asistentes que comenzaban a congregarse en el lugar, en su mayoría jóvenes de entre 16 y 24 años, se prendieron y brincaron al ritmo del grupo.

Enseguida, Margoth encendió aún más el ánimo con su hard core, interpretando rolas como “El Funeral” y “Morphine”. La banda pachuqueña estaba entusiasmada y el fuerte frío que soplaba en la Bella Airosa comenzó a pasar desapercibido cuando Margoth covereó “Molinos de viento”, del Mago de Oz, y la banda respondió eufórica.

Y luego vendría el plato fuerte con Enjambre. La banda, liderada por Luis Humberto Navejas, cautivó al ya más poblado público asistente, abriendo con “Suspiro entre tus labios” y le siguió “Vamos a Bailar”. También se escucharon “Quiero producir oscuridad”, “Nada”, “Ausencia de cocina”, “Cediste tu ropa” y “Mis ojos presienten”.

Enjambre cerraría con su éxito “Impacto” y el vocalista aprovecharía para decir a los medios: “Nosotros nos inspiramos en Caifanes, gracias a ellos es que estamos aquí”.

Posteriormente, la cantautora Julieta Venegas, con su acordeón y vestida de negro, compartiría con los pachuqueños sus éxitos “Eres para mí”, “Algo está cambiando”, “De mis pasos” y la más coreada fue “Andar conmigo”, sobre todo por la jovencitas que asistieron, quienes no dejaban de grabar con celular y corear las canciones de la artista.

Venegas compartió con los medios que sus composiciones son muy personales y que el público las ha convertido, de alguna forma, en temas sociales, y además mostró su postura en pro de los derechos de la mujer.

Y en punto de las 21:00 horas la noche sufriría una metamorfosis: Caifanes subiría al escenario y también la euforia y los cánticos. “Oleee, ole, ole oleee… Saúuuul, Saúuuul”, se escuchaba en todo el lugar, ya atiborrado de rockeros de todas las edades y distintos lugares.

El frío era inclemente, pero con sólo escuchar “Mátenme porque me muero”, “Te estoy mirando”, “Amanece”, “Nubes”, “No dejes que”, “Viento”, “Afuera”, “Antes de que nos olviden”, entre otras, los gritos no paraban.

“Saúl, eres mi ídolo”, “Venga, Sabo” o “A huevo, Marcovich, eran las voces de los más fanáticos. En el escenario llegaría una invitación: Luis Humberto Navejas, de Enjambre, cantaría con Saúl “Estás dormida”.

Después, la noche llegaría a su fin con Hernández grabando al mismo público y dándoles las gracias, al ritmo “La célula que explota” y “La Negra Tomasa”. De esta manera. Caifanes cerró el 2013 en Pachuca.