Ante los ojos de los ciudadanos podría tratarse de un operativo de las Fuerzas Armadas; sin embargo, se trata de integrantes del crimen organizado con uniformes apócrifos que irrumpen en los hogares, golpean y roban a sus habitantes.

Es la forma en que operan las organizaciones criminales en México para desprestigiar tanto a la Defensa Nacional como a la Armada de México en sus operaciones y luego los mismos delincuentes presentan la queja ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

De acuerdo con un alto funcionario de la Secretaría de Marina (Semar), dichas organizaciones han encontrado la forma de dejarlos en mal para que la población crea que se trata de un operativo real.

El modus operandi es que llega un grupo de personas con uniformes apócrifos (que un ciudadano no podría darse cuenta a simple vista que no son en verdad los uniformes que se utilizan en la Marina), con armas de alto poder e ingresan a la casa, golpean y roban a los habitantes.

Mientras sucede esto, afuera otros integrantes del grupo criminal toman fotos o video para simular una intrusión real de la Marina y presentar las “evidencias” ante la CNDH para desprestigiar a la institución…a lo que le llaman contrainteligencia.

En ese sentido, el alto funcionario de la Semar señaló que es importante que la CNDH investigue a fondo si en verdad se trata de marinos. “Luego nos hemos comunicado a la zona naval que corresponde para pedir información sobre algún operativo y nos indican que tal día no había ningún marino en la zona donde supuestamente se había llevado a cabo el operativo”, comenta.

A principios del mes de diciembre, el secretario de Marina, Francisco Soberón Sanz, alertó que la delincuencia organizada utiliza esa forma de denuncias ante la CNDH para simular que la Armada de México viola los derechos de los civiles.

Asimismo, Soberón Sanz mencionó que a raíz de la captura de Miguel Ángel Treviño Morales, El Z-40, ocurrida en julio pasado, las quejas en la CNDH contra la Semar por presuntas violaciones a los derechos humanos se incrementaron, particularmente en Nuevo Laredo, Tamaulipas, lo que llamó mucho la atención.

“La delincuencia organizada siempre está avanzando en lo que corresponde a la contrainteligencia y han encontrado la forma de estar filtrando información de este tipo que no es cierta y se convierte en un medio de presión para que nos salgamos del área”, dijo el almirante Soberón Sanz el pasado 9 de diciembre.

Tal información coincide con lo ocurrido en mayo de 2012, cuando elementos de la Armada de México aseguraron un taller clandestino en Piedras Negras, Coahuila —zona donde tenía operaciones Treviño Morales, quien fuera el máximo líder de Los Zetas— en el que se fabricaban uniformes similares a los de la Marina, además de chalecos antibalas.

En el sitio fueron encontrados 170 camisolas de camuflaje (guerreras), 151 pantalones camuflaje, 225 chalecos antibalas, 280 pistoleras, 145 fornituras, 118 portacargadores, 71 portaesposas.

Para la fabricación de la ropa, el crimen organizado tenía cinco máquinas de coser y cinco remachadoras, así como más de 90 rollos de telas (camuflaje, negra, blanca), 50 rollos de hilo, 50 rollos de portafusil, botones y remaches… todo para clonar los uniformes.

Quejas

En 2012 presentaron 1,503; este año 600

Cada año, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) recibe varias quejas en contra de las dependencias encargadas de la seguridad pública, y, a raíz de la necesidad de que las Fuerzas Armadas intervinieran en esas actividades, también se sumaron a la lista de las dependencias con mayores quejas por violaciones a los derechos humanos.

En 2012, la CNDH recibió 418 quejas en contra de la Marina, y mil 503 en contra de la Defensa Nacional. En tanto que la Comisión envió 6 Recomendaciones a la Armada de México y 15 a la Sedena, que incluso fue la que recibió más recomendaciones en ese año.

Sin embargo el propio ombudsman nacional, Raúl Plascencia, ha reconocido el trabajo de las Fuerzas Armadas por implementar acciones para capacitar a su personal, lo que se ha reflejado en la diminución de quejas en 2013.

En 2013 las quejas que recibió la CNDH en contra de la Marina son alrededor de 300; mientras que contra elementos del Ejército son aproximadamente 600.

De unas 800 quejas que recibió la CNDH entre diciembre de 2012 y noviembre de 2013, por tortura, detención ilegal y otras violaciones por parte de elementos castrenses, 405 han sido resultas y el resto se encuentra en trámite.

De las 405 quejas ya resultas por la CNDH, 214 fueron por la vía de orientación jurídica al quejoso por no tratarse de violaciones a derechos humanos; en 112 no hubo materia para seguir conociendo del expediente y 37 se solucionaron por conciliación.