La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación al gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo, por violaciones a los derechos a la educación (en especial a los niños), a la libertad de creencias, al desarrollo, a la igualdad y seguridad de los pobladores de la comunidad de Nueva Jerusalén, en el municipio de Turicato.

Lo anterior se desprende luego del conflicto que hubo en agosto de 2012, cuando un grupo de religiosos de esa comunidad bloquearon las vías de acceso al pueblo, y a golpes impidieron el paso de niños, padres de familia y maestros para que no se pudiera impartir educación pública laica.

En esa comunidad existe un grupo religioso, que en su reglamento, establece que quien no cumpla con dichas normas será acreedora a sanciones, tal y como ocurrió a la parte que ha sido excluida por querer que sus hijos tenga educación.

“Es necesario recordar en este punto que, además de la población religiosa, esta comunidad se compone también de personas ajena a este grupo, se trata del grupo denominado laico o disidente… sin embargo, no existe una convivencia armónica entre ambos grupos ya que éstos se comportan como sociedades aisladas”, señala la CNDH en su documento.

Las personas pertenecientes al grupo religioso —explica la CNDH— se han manifestado abiertamente en contra de que en su comunidad habiten personas que no crean y quieran formar parte de su religión, situación que ha escalado al extremo de impedir el acceso de las personas de comunidades aledañas, obstruyendo las actividades económicas de la zona, han bloqueado la instalación de servicios básicos para los habitantes de la comunidad como son electricidad y agua potable, y han llegado a oponerse a que existan escuelas públicas laicas, al grado de destruir las instalaciones.

El organismo que encabeza, Raúl Plascencia, indicó que el descuido gubernamental en el área educativa durante aproximadamente 40 años ha tenido como consecuencia directa que el 78.50 por ciento de la población de Nueva Jerusalén, de 15 o más años de edad, no tenga los estudios de primaria terminados, y que un 36.84 por ciento del mismo rango de edad sea analfabeta.

En ese sentido, la CNDH pidió al gobernador Fausto Vallejo a que gire instrucciones para que los padres de familia o los responsables de los niños en Nueva Jerusalén se les otorguen cursos pedagógicos “con énfasis en la educación que deben recibir los niños”.

Asimismo, la CNDH solicitó que el gobernador de Michoacán instruya para que se garantice el acceso a los servicios básicos dentro de la comunidad, incluyendo la electricidad, agua potable, seguridad pública y el libre tránsito.