Una enfermera española, primer caso de ébola conocido fuera de África

Tras permanecer cuatro días ingresado en el hospital Carlos III de Madrid, el religioso Manuel García Viejo falleció el pasado 25 de septiembre. En este tiempo, la enfermera entró, embutida en un traje especial, sólo dos veces al cuarto de aislamiento del enfermo. La última vez cuando ya había fallecido y participó en las labores de limpieza y desinfección.
Seis días de fiebre. Al día siguiente del fallecimiento del misionero, la auxiliar de enfermería, de 44 años, casada y sin hijos, se fue de vacaciones, sin que haya trascendido dónde fue. Según relata “El País” en su edición digital, durante ese tiempo se sometió al control que siguen los profesionales que han estado en contacto con enfermos: tomarse la temperatura dos veces al día. El 30 de septiembre de madrugada, comunicó al hospital que se encontraba mal, con una “sintomatología vaga”, en palabras del director de Salud del gobierno autónomo de Madrid, Antonio Alemany, consistente en “fiebre de menos de 38.6 grados y astenia [debilidad]”. Estos indicadores no llevaron a su ingreso, ya que, según aseguró, no cumplían los “criterios clínicos de sospecha”, lo que sí sucedió ayer por la mañana, cuando la mujer tuvo ya fiebre alta.
La ministra española de Sanidad, Ana Mato, explicó que un equipo de especialistas está buscando cuál pudo haber sido la “fuente” del contagio, ya que la víctima, asegura que no se saltó ningún paso del protocolo de seguridad.
“¿Qué falló? La situación actual de la enfermera es de “fiebre estable, a la espera de su valoración por los profesionales”, dijo Alemany, quien descartó que la profesional sanitaria hubiese contraído el virus a través de una exposición “accidental”. No obstante, reconoció que se desconoce el modo en que se produjo el contagio y “lo que ha podido fallar”.
Treinta en observación. Unos treinta profesionales sanitarios que atendieron a los dos misioneros y trabajaron junto a esta mujer están siendo sometidos a vigilancia epidemiológica —controles de temperatura—, así como el esposo de la auxiliar infectada y su entorno familiar.
El Ministerio de Sanidad también se ha puesto en contacto con los profesionales de emergencias que atendieron a la mujer –un médico y dos técnicos— y con los profesionales del hospital donde fue atendida el domingo para ver hasta qué punto puede haber contagio, que para que se produzca tiene que ser “directo” a través de fluidos, como saliva o sangre.
El gremio de los enfermeros de España exigió al Ministerio de Sanidad que aclare cuanto antes cómo pudo haberse contagiado la compañera, y anunció que si fuera necesario recurrirá a los tribunales para exigir responsabilidades.
“Le rogamos que no fuese a Liberia”
Los padres de Ashoka Mukpo, de 33 años, camarógrafo estadunidense que contrajo el ébola en Liberia, mientras trabajaba para la cadena NBC, explicaron ayer que rogaron a su hijo que no fuese al país africano y le avisaron de los riesgos que corría, pero su hijo estaba “decidido”.
“Le pregunté si estaba loco e hice todo lo que pude para disuadirle. Le hablé de los riesgos que yo conocía sobre el ébola. Nada funcionó”, explicó el doctor Mitchell Levy.
El camarógrafo, que ayer fue repatriado a EU, fue diagnosticado de ébola la semana pasada en un centro de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Monrovia. El enfermo se encuentra aislado en un hospital de Omaha (Nebraska).
Los padres, que dijeron a los medios que aún no se sabe cómo pudo contagiarse, explicaron que pudieron hablar con su hijo a través de una videoconferencia, y que éste les dijo que está “enormemente aliviado” por el hecho de haber regresado a Estados Unidos.
Sierra Leona bate el récord de muertos en un solo día: 121
El pasado sábado murieron 121 personas enfermas de ébola en Sierra Leona. El mayor número registrado hasta la fecha en uno de los países más afectados por la epidemia que asola África Occidental.
Desde el inicio del brote, el pasado marzo, ya son 678 las personas que han perdido la vida por el ébola en Sierra Leona, mientras que 2,416 personas han contraído la fiebre hemorrágica, de las que 477 han sobrevivido (en la imagen, niña recoge su alta médica, que certifica que superó la enfermedad).
Hasta el domingo se habían detectado en ese país 81 nuevos casos y nueve pacientes fueron dados de alta en el país, que es el segundo más azotado por la epidemia tras Liberia, donde ya han muerto 2,061 personas.
Mientras tanto, ayer se confirmó la muerte en Uganda de un hombre a causa de la letal fiebre hemorrágica de Marburgo, un virus similar al del ébola, y al menos tuvo contacto con 80 personas que están en observación.
Una enfermera española, primer caso de ébola conocido fuera de África