El ex contratista Edward Snowden dijo que ganó ya el debate en torno a una de las más dañinas filtraciones de inteligencia en detrimento de Estados Unidos y con todo reafirmó su lealtad está con su país y no sus rivales.

Aunque el veredicto de la historia sobre su actuación no se ha escrito aún, Snowden defendió sus filtraciones como un acto necesario encaminado a generar un proceso de introspección de la sociedad estadunidense sobre el gobierno que quiere.

En entrevista exclusiva con el periódico The Washington Post, publicada este martes, Snowden dijo: “para mi, en términos de satisfacción personal, la misión está cumplida. Ya gané”.

Para el ex contratista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), de 29 años, el hecho de que después de sus revelaciones los periodistas hayan podido trabajar con base en esa información logró que “todo lo que he tratado de hacer ha sido validado”.

“Yo no quería cambiar la sociedad. Yo quería darle a la sociedad una oportunidad de determinar si debería cambiar por sí misma. Todo lo que quería era que el público pudiera hablar sobre la manera como son gobernados”, amplió.

Dijo que esto último es ya un logro alcanzado, algo “que dejamos atrás hace mucho. Ahora lo que estamos viendo son objetivos ensanchados”.

Snowden, quien según sus palabras lleva una vida frugal en Rusia, sin mucha vida social y pegado por horas a su computadora, dijo entender el que haya algunos segmentos de la sociedad donde sus motivos y puntos de vista no sean compartidos.

“Uno reconoce que se camina a ciegas, que no hay un modelo” sobre como generar un debate como este, el cual ha llevado a la revisión de la formas como el gobierno conduce sus actividades de espionaje, generando un profundo malestar dentro y fuera del país.

Con todo insistió que su actuación ha sido más apegada a la Constitución que a cualquier compromiso que haya adoptado cuando ingreso a trabajar para la NSA.

En la entrevista, en la que el diario dijo fue una de varias realizadas durante dos días y que sumaron 17 horas, desestimó que con sus filtraciones haya quebrantado el juramento de lealtad que hizo al tomar ese empleo, insistiendo que no se trató de un juramento de secrecía.

“Ese fue un juramento con la Constitución. Ese es un juramento que yo ha mantenido y que Keith Alexander (director de la NSA) y James Clapper (director de la oficina de Inteligencia Nacional) no lo hicieron”, acusó.

Contrario a lo que lo acusan algunos de sus críticos, Snowden dijo: “no estoy tratando de echar abajo a la NSA. Estoy trabajando para mejorar a la NSA”.

De igual modo, frente a las acusaciones de que es un traidor que dará secretos de inteligencia a países rivales, dejó en claro que pese a todo su única lealtad sigue estando con su país y con nadie más.

“No hay evidencia por todo lo que se ha dicho de que tengo lealtades con Rusia o China y cualquier otro país. No tengo relación con el gobierno de Rusia y no tengo ningún acuerdo con ellos”, puntualizó.