Arcelia Ramírez cuenta diferentes niveles de violencia en el filme Potosí
“Si le preguntas al personaje ¿Quién eres?, la pregunta se te regresa como un espejo y entonces él te pregunta ¿Tú quién eres?”, aseguró la actriz Arcelia Ramírez en entrevista con Crónica, al abordar las características y matices emocionales de su personaje en la historia cinematográfica, Potosí.
Con un guión de José Lomas-Hervert, la historia inicia con un accidente en una carretera donde comenzarán a unirse tres historias: la de un pastor con un arma no descargada en cuatro décadas, un campesino quien intenta proteger a los suyos de la violencia nacional y la vida de una mujer quien sufre violencia intrafamiliar, encarnada por Arcelia Ramírez.
“Había una necesidad íntima e importante de hablar sobre una violencia que se vive en el país, una guerra contra el narcotráfico y el desgaste social, en lo cotidiano, con las dinámicas dentro de los hogares que se vuelven imposibles, una violencia intrafamiliar de la que cuesta demasiado trabajo salir y cuando te das cuenta es tan grande que no sabes cómo irte”, indicó.
La actriz enfatizó en que la visión de Potosí se muestra clara frente a problemáticas que no son contadas de forma directa en la película pero que los espectadores entenderán porque lo viven o lo ven día tras día: “Verán los rostros de las personas que viven así, eso me cautivó de la cinta, lo justa, sensible y honesta que es”, dijo.
Ramírez señaló que se tocan diferentes niveles de violencia en el filme, desde lo individual hasta las acciones de masas: “Se aborda la violencia colectiva, en la película se ve un connato de linchamiento; tiene que ver con la manera en que las personas se defienden, producto de una ingobernabilidad, de no confiar en las instituciones ni en la policía”, contó.
“No es necesario hablar de fenómenos específicos del país, como el de las autodefensas en Michoacán para que el público sepa lo que sucede; sin hablar abiertamente de los temas las personas ubicarán las problemáticas. Pese a esto hay un tono muy humano en la forma de hablar de los contenidos”, expresó al cuestionarle la relación de la trama con la realidad.
Potosí es dirigida por Alfredo Castruita, quien invitó a sus actores a que realizaran interpretaciones humanas para contar una historia que se saliera de lo común: “El director sabía que los temas que trataríamos se veían diario en las noticias y en los periódicos pero él no quería algo anecdótico, sino hablar de las personas a quienes les afecta día con día, reflejar el alma de los eprsonajes”, aseveró.
Arcelia Ramírez atendió las indicaciones de Castruita y llevó su interpretación a niveles elevados de intensidad: “Llega un punto en que mi personaje reacciona por la necesidad de romper un círculo vicioso, es una persona desesperada, víctima del miedo y a la vez se convierte en un personaje paradójico por tantas tragedias que sufren”, indicó.
Por otro lado, la actriz se encuentra nominada como Mejor Actriz en la próxima entrega de los Premios Ariel por su actuación en este filme. “Uno no hace su trabajo al pensar que lo van a nominar, premiar o admirar, hacerlo de esa manera sería un error”, afirmó.
Ramírez considera que el cine mexicano atravesó este año por grandes oportunidades que abrieron brecha a un nuevo enfoque con películas como No se aceptan devoluciones, cinta en la que participó, aunque enfatizó en que el camino es largo:
“Fue un año de muchas cosechas y esfuerzos para las películas, cada vez se hacen más pero lo que sigue pendiente es lo de las exhibiciones, aún no se desmantela el criterio del dinero por sobre todas las cosas, hay que analizar a otras cinematografías en el mundo que defienden sus proyectos. Si nos permitimos producir cada vez más no podernos permitir que no lleguen dignamente al público”, concluyó.
Arcelia Ramírez cuenta diferentes niveles de violencia en el filme Potosí