El circuito italiano “Enzo e Dino Ferrari” de Imola, en el Gran Premio de San Marino, donde perdió la vida hace veinte años el piloto brasileño Ayrton Senna, fue el escenario de un homenaje al laureado corredor carioca que contó con la presencia de cientos de aficionados y de deportistas como el español Fernando Alonso o el motociclista italiano Valentino Rossi.

El acto se enmarca en un programa que desde el miércoles y hasta el próximo domingo rememorará el fin de semana más trágico de este deporte, el 30 de abril y el 1 de mayo de 1994, cuando perdieron la vida en el mismo circuito italiano el piloto austriaco Roland Ratzenberger (Salzburgo, 1960) y el brasileño Ayrton Senna (Sao Paulo, 1960).

La escudería Ferrari estuvo presente en la ceremonia con la asistencia de, entre otros, los españoles Fernando Alonso y Pedro de la Rosa, y el finlandés Kimi Raikkonen.

A las 14:17 hora local, hora del deceso de Senna, un sacerdote bendijo la curva en la que murió, conocida como “Il tamburello”.

En ese momento y en silencio, los aficionados presentes señalaron al cielo con su dedo índice, emulando el gesto que el corredor hacía cuando lograba la victoria.

“Siempre luchó hasta el final. Por esa razón se ganó el respeto de todos y se convirtió en una leyenda. Yo era muy pequeño y la televisión española no tenía los derechos de la Fórmula Uno pero empecé a conocerle por la afición de mi padre y mi primer vehículo de competición fue de los colores de su monoplaza”, recordó Alonso.

El 1 de mayo de 1994, cuando transcurría la séptima vuelta del Gran Premio de San Marino, en el circuito de Imola, el coche de Senna chocó contra un muro de protección a 320 kilómetros por hora tras pasar por “Il tamburello”, por entonces una de las curvas más pronunciadas y peligrosas del Mundial de Fórmula Uno.

Quienes convivieron con Senna la mañana de ese domingo 1 de mayo afirman que la mirada del brasileño era distinta. El brasileño marchó en primer lugar, pero un accidente en la arrancada provocó la bandera roja.

Cuando la carrera se reinició, Senna seguía al frente de la carrera, y dos vueltas después sucedió lo impensable.

La causa de la muerte fue el impacto producido por la barra de dirección, la cual se desprendió y se impactó contra el lado superior derecho del visor del casco del brasileño, produciéndole fracturas mortales en el cráneo.

Aún con el desconcierto del accidente, los directivos de la F1 decidieron reiniciar la carrera, la cual ganó el alemán Michael Schumacher. Paradójicamente, a 20 años del incidente, ahora es Schumi, otra leyenda de la máxima categoría, quien lucha por su vida tras golpearse la cabeza mientras esquiaba, accidente que sufrió en diciembre pasado.

LE RINDEN TRIBUTO. El Corinthians salió al terreno de juego con un casco de la  Fórmula Uno en la mano, igual al que usaba Ayrton en sus carreras, y durante la formación previa de los equipos para la entonación del himno, los jugadores portaron el casco en honor al piloto.

Asimismo, la aerolínea brasileña Azul homenajeó a Senna con un avión pintado con los colores que identificaron a la leyenda del automovilismo.