La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, cumplió hoy el tercer día de un reposo médico que mantiene en duda su agenda internacional, incluida la gira que había planeado realizar a México el próximo mes.

Fernández de Kirchner, cuyo estado de salud es un permanente tema de preocupación en el país sudamericano, ingresó el pasado 2 de noviembre por la tarde a un hospital de Buenos Aires por un cuadro febril infeccioso.

Esa noche, la Casa Rosada emitió un escueto comunicado de apenas un párrafo, pero el lunes por la noche amplió la información y explicó que la presidenta había presentado una bacteriemia, y que estudios complementarios confirmaron el diagnóstico de sigmoiditis.

Aunque desde el principio se descartó un estado de gravedad, pero la mandataria permaneció hospitalizada una semana, ya que recién salió el sábado pasado.

El comunicado oficial emitido por la Casa Rosada y firmado por los médicos presidenciales advirtió que la jefa de Estado tiene que cumplir por lo menos 10 días de reposo, esto significa que podrá volver a sus actividades el 19 de noviembre.

La decisión médica obligó a Fernández de Kirchner a cancelar su asistencia en la Cumbre del G-20 que se realizará los días 15 y 16 de noviembre en Australia, en donde estará representada por el canciller Héctor Timerman y el ministro de Economía, Axel Kicillof.

México era el siguiente y último destino internacional para este año, ya que la presidenta se comprometió a clausurar la Feria Internacional del Libro de Guadalajara que se realizará del 29 de noviembre al 7 de diciembre.

Además, confirmó su participación en la Cumbre Iberoamericana prevista para el 7 y 8 de diciembre en Veracruz, en donde el presidente mexicano Enrique Peña Nieto será el anfitrión.

Sin embargo, fuentes de la Casa Rosada reconocieron que por ahora tanto la agenda local como externa de la presidenta está en suspenso, ya que todo dependerá de su evolución y de las decisiones que tomen sus médicos.