Luis Raúl González Pérez es el nuevo presidente de la Comisión Nacional de derechos Humanos (CNDH) para los próximos cinco años.

De esta forma sustituye a Raúl Plascencia, quien intentó reelegirse, sin éxito, aunque ayer, durante la elección del nuevo presidente, tuvo el reconocimiento de senadoras del PAN.

De un total de 107 votos que se emitieron ayer, 97 recibió González Pérez; dos obtuvo Mauricio Farah Gebara; dos Irene Herrerías; cuatro fueron nulos y dos en contra de la terna.

Al presentar ante el pleno el dictamen con la terna, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado dijo que la CNDH tiene que ser una instancia vital para la vigilancia, defensa y protección efectiva de los derechos humanos, de manera armónica con los preceptos de la Constitución; debe ser una pieza clave para que se reinvente, acorde a su autonomía y acorde al régimen democrático del país y, por lo tanto, tiene que enfatizar la importancia de que sus recomendaciones sean atendidas cabalmente.

Debe ser capaz, dijo la senadora perredista, de privilegiar el diálogo respetuoso con sus homólogos en las 32 entidades federativas y también con las organizaciones defensoras de los derechos humanos en toda su diversidad, además de ser capaz de dialogar con las autoridades en los tres órdenes de gobierno y ser respetuosa en su colaboración con el Poder Judicial.

También al presentar el dictamen, Roberto Gil Zuarth, presidente de la Comisión de Justicia, dijo que Ayotzinapa y Tlatlaya deben ser la prioridad del nuevo titular para encontrar la verdad, reparar el daño, fincar las responsabilidades y, sobre todo, garantizar que nunca más se repitan hechos como esos.

El nuevo ombudsman, dijo el senador panista, debe hacer un esfuerzo contundente por recuperar la primacía que tienen los derechos humanos en la política, en los espacios sociales y en la interacción del poder y de la sociedad.

“Debe tener como claridad del mandato que recibe sobre situar a los derechos humanos en el primer punto de la prioridad nacional. Si hoy vemos violaciones sistemáticas a los derechos humanos en realidades sociales tiene que ver con el hecho de que los derechos humanos han perdido la fuerza y el énfasis que debe tener en nuestra dinámica política, y también en nuestras dinámicas sociales”, dijo Gil Zuarth.

En tanto, la senadora priista Diva Gastélum expresó que México vive un momento muy difícil, un momento en donde no se debe endosar solamente a una persona el resolver una de las problemáticas más serias que se han tenido.

Tras enfatizar que el procedimiento fue pulcro y transparente, Gastélum señaló que urge de un árbitro que tenga cuidado, que tenga detección oportuna de los asuntos y que entregue cuentas a las víctimas, pero también al país, que clama seguridad y paz.

Urge, añadió la legisladora, reformar la ley en materia de derechos humanos.

La senadora panista Mariana Gómez del Campo reconoció la labor del hasta ayer ombudsman Raúl Plascencia.

Perfil

Luis Raúl González Pérez es licenciado en derechos por la UNAM,

El académico de la UNAM, fue fiscal especial para el caso Colosio, de la Procuraduría General de la República.

Además fue director general administrativo de la CNDH, durante la gestión de Jorge Carpizo, con el que también fue secretario técnico del Consejo de la CNDH y segundo visitador.

Asimismo fue director general de la Cuarta Visitaduría de la Comisión del 2001 al 2008, siendo ombudsman José Luis Soberanes.

En la UNAM, durante la rectoría de Jorge Carpizo fue secretario general administrativo y, durante la gestión de José Sarukhan fue Director general de Personal.

Con el actual rector José Narro, fue nombrado abogado general de la UNAM.

González Pérez fue miembro fundador de la Sección mexicana de la Asociación Iberoamericana del Ombudsman.

Miembro del Consejo directivo de la Fundación para la Libertad de Expresión por México.

Plan de trabajo

En su programa de trabajo que presentó al Senado, González Pérez señaló que los derechos humanos en México enfrentan una de sus etapas más críticas y desafiantes.

“La impunidad que la sociedad advierte y los altos niveles de violencia e inseguridad que se viven, ocasionan que los derechos humanos sean vistos más como una situación meramente discursiva  o teórica que como un aspecto práctico y real, cuestionando la validez y vigencia de las instituciones, así como de los innegables avances que en materia de derechos humanos se han presentado en las últimas décadas”.

Propuso doce políticas de actuación institucional, entre ellas rediseñar la actividad institucional de la CNDH con miras a la creación del Estado Humanista del Siglo 21.

Fortalecer la política de comunicación, coordinación y colaboración con organismos públicos nacionales e internacionales y organizaciones de la sociedad civil de derechos humanos.

Redefinir la estrategia de difusión de los derechos humanos a fin de prevenir su violación, promoviendo su respeto y garantizando su protección.