La derrota que sufrió el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, era previsible ante la caída de su popularidad, aseguró hoy la analista Elsa Cardozo, aunque descartó cambios profundos en ese país por el control legislativo republicano.

“No hubo tantas sorpresas porque ya estaban ahí los datos de la pérdida de popularidad de Obama, otro tema que también ya se conoce históricamente, pero que esta vez fue más notorio, es la poca participación en estas elecciones”, dijo Cardozo a Notimex.

La catedrática retirada de la privada Universidad Metropolitana (Unimet) recordó que históricamente en la nación noteamericana “hay una regla con pocas excepciones, que es que el partido de gobierno suele perder las elecciones de medio término”.

Este fenómeno se explica por el desgaste que significa ejercer la función de gobierno, añadió la analista, así como a “la pérdida de imagen y respeto de los estadunidenses por el Congreso”, lo que además causó un elevado nivel de abstención.

Con los resultados de las elecciones celebradas el martes, el Partido Republicano recuperó la mayoría del Senado y ratificó el control de la Cámara de Representantes, lo que le permite tener mayoría bicameral por primera vez en ocho años.

La derrota del Partido Demócrata se explica por la caída de popularidad de Obama, quien es culpado por el pobre desempeño de la economía, la mala implementación del “Obamacare” o la falta de protagonismo de Estados Unidos en crisis como las de Irak, Siria o Ucrania, apuntó Cardozo.

Matizó que “la pérdida de popularidad de Obama se debe más a una suerte de expectativas tremendamente infladas de los estadunidenses sobre las capacidades de su país”, lo que hace que muchos exijan mayor intervención en las crisis internacionales.

Estimó que “uno de los factores de la crisis económica actual de Estados Unidos fue el gasto militar, mantener la guerra en Irak y Afganistán”, por lo que una nueva intervención militar internacional significaría mayor presión sobre la economía estadunidense.

Indagada sobre si la victoria republicana podría llevar al Legislativo estadunidense a considerar imponer sanciones contra el gobierno venezolano, Cardozo dijo que “podría suceder” pero es poco probable porque la política exterior es dictada por el gobierno.

“Pudiera haber un cambio de postura sobre Venezuela, pero no creo que sea una modificación mayor (..) Hay que recordar que en un régimen presidencialista es el jefe de Estado el que echa a andar políticas que significan presiones sobre otros países”, añadió.