La censura en la historia del cine

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Luego de los ataques cibernéticos de los que fue víctima Sony Pictures, y del que se dice que el régimen norcoreano estaría implicado, la compañía anunció que por el momento está aplazado el estreno de la película The interview, sin embargo, el tema de la censura es un tema frecuente desde los inicios del séptimo arte en el que ha habido filmes que por el momento histórico recreado, la época o los elementos morales que han abordado sobre el sexo, la violencia y la religión, han padecido el mal de la censura.


La cinta que tiene el título de haber sido la primera censurada en la historia del cine es el cortometraje Carmencita, que data de 1894, que muestra la danza de la bailarina española Carmen Dauset Moreno, quien obtuvo fama como artista en los Estados Unidos entre 1889 y 1895, que fue relegada por James A. Bradley y Frank Ten Broeck, dos políticos locales, quienes dijeron que “no era adecuada para el entretenimiento de los que allí veraneaban”.


A esa siguieron otros filmes muy sonados como el caso de El triunfo de la voluntad, un documental estrenado en 1935 de la directora Leni Riefenstahl, la cual causó polémica por su contenido pro-nazi. Al finalizar la guerra, los vencedores censuraron el filme.


Uno de los directores, cuya obra también ha estado inmersa en la censura es Stanley Kubrik, el autor de uno de los filmes más polémicos de la historia, La naranja mecánica, una adaptación de la novela de Anthony Burguess sobre un psicópata obsesionado con la violencia y la música de Beethoven y líder de Los Drugos, una pandilla que se dedica a cometer crímenes atroces.


Su contenido “altamente violento” significó un impacto negativo entre el público. Con una gran presión mediática, Stanley Kubrick pidió a Warner Bros detener la distribución de la película en el país, además por supuestas amenazas de muerte en su contra. Kubrick señaló que sólo se reestrenaría la película tras su fallecimiento, el que ocurrió en 1999 y en varios países de Europa no pudo verse sino hasta años más tarde.


Sin embargo el filme más censurado en la historia del cine es el italiano Holocausto caníbal de 1980, en la que desde los primeros 20 minutos se muestran imágenes de violaciones, muertes y violencia armada. A pesar de su éxito en Italia, el filme fue censurado en más de 40 países. El contenido es tan impactante que su director, Ruggero Deodato, fue acusado en Italia de haber asesinado a algunos integrantes del elenco. Aunque el director pudo demostrar que no asesinó a ningún actor, fue sentenciado por crueldad y maltrato de animales.


Otro de los filmes censurados en Gran Bretaña fue El exorcista, de William Friedkin, quien en 1973 escandalizó al mundo con el que se convertiría en el mejor filme de terror de todos los tiempos, al contar los pormenores de la posesión diabólica que sufre Regan MacNeil, una niña de 12 años. A pesar de su popularidad, en sus inicios provocó mucha controversia por imágenes ofensivas hacia la Virgen María, crucifixiones y un vocabulario violento. El reverendo Billy Grahan aseguró que sintió el poder del demonio en la película.


También en la década de los 70 salió El último tango en París, un filme dirigido por Bernardo Bertolucci, que el filme fue acusado de promover lo más bajo del instinto sexual y fue prohibida en Canadá, Italia y España. Las cortes italianas sentenciaron a Bertolucci a cuatro meses de prisión por producir este filme, revocando sus derechos civiles durante cinco años. Once años más tarde, una nueva orden eliminaba esta sentencia y permitía el reestreno de la película en los cines italianos.


Hacia 1984, Bob Guccione causó polémica con la exhibición sin censura de escenas de sexo, incesto, relaciones homosexuales, sadomasoquistas y zoofilia que harían de la cinta un hito del cine erótico, en su filme Calígula a tal grado que fue prohibida para su exhibición, hasta que en 2007 la Junta Británica para la clasificación de películas reconoció su valor histórico y permitió su comercialización íntegra como película para adultos.


En el ámbito religioso las películas que más han causado controversia han sido La última tentación de Cristo (1988), de Martin Scorsese, la cual fue considerada una blasfemia, un acto de corrupción hacia la imagen de Jesús y “ofensiva para los valores cristianos”. Durante su estreno, en agosto de 1988, se levantaron protestas de los fanáticos quienes pedían a los espectadores no mirar la película y en Chile la película fue vetada por el Consejo de Calificación Cinematográfica, el Poder Judicial y estrenada 15 años después.


La pasión de Cristo (2004), de Mel Gibson, tuvo que eliminar las partes más violentas, a petición de la Iglesia católica para poder ser estrenada en algunos países, o La vida de Brian (1979), una comedia sobre la época de Jesucristo realizada por los Monty Python, fue censurado por décadas en gran parte de Europa.


Finalmente, aunque la lista de censura es larga algunos otros de los filmes que se suman a la lista son El imperio de los sentidos (1976), de Nagisha Oshima, censurada en Europa principalmente; Saló o los 120 días de Sodoma (1975), de Pier Paolo Pasolini; Scarface (1983), de Brian de Palma y Fahrenheit 911, de Michael Moore, entre otras.


Censura en México. En México el fenómeno es similar y es el realizador Fernando de Fuentes uno de los primeros cineastas afectados por filmes como Prisionero 13 (1933), censurada debido a presiones militares ya que era una crítica de los manejos corruptos que éstos tenían en la era por?rista, luego por ¡Vámonos con Pancho Villa! (1935), al que le cambiaron la escena de asesinato del final y finalmente por Creo en Dios (1940).


A esos le siguieron La mancha de sangre (Adolfo Best Maugard, 1937); Espaldas Mojadas (Alejandro Galindo, 1953); El impostor (Emilio Fernández, 1956); El brazo fuerte (Giovanni Corporal, 1958); Cada quién su vida (Julio Bracho, 1959) y La Sombra del Caudillo (Julio Bracho, 1960), ésta última considerada “la película maldita del cine mexicano”, fue censurada días antes de su estreno y se conservó enlatada por 30 años en un veto militar jamás aclarado, hasta el 12 de noviembre de 1990 cuando el gobierno de salinista permitió que se exhibiera, sin publicidad y únicamente en una sala.


Otro de los casos sonados fue el de Canoa (1976), de Felipe Cazals, rodada unos años después del movimiento del 68 y basada en un hecho real en el que cinco trabajadores de la Universidad de Puebla deciden ir al volcán de La Malinche, la cual duró unos días en cartelera cuando el gobierno decidió que “era peligrosa” y no volvió a verse una copia de la cinta hasta 10 años después.


Los más recientes casos son los de La ley de Herodes (1999), la cual después de su estreno en el festival de Acapulco, se estrenó solamente en una sala en la Cineteca y sin promoción; dos años después intentaron lo mismo con El crimen del padre Amaro, de Carlos Carrera, y Presunto culpable, de Roberto Hernández, pero finalmente se convirtieron en éxitos de taquilla.


Otros filmes mexicanos censurados en la historia fueron El automóvil gris (1919); La Rosa Blanca (Roberto Gavaldón, 1961); Viridiana (Luis Buñuel, 1961); Tarahumara (Luis Alcoriza, 1964); Fando y Lis (Alejandro Jodorowsky, 1967); Deseos (Rafael Corkidi, 1977); Toña, nacida virgen (Rogelio A. González, 1982) y Rojo amanecer (Jorge Fons, 1990), entre otras.






La censura en la historia del cine

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