Órgano anticorrupción debe tener gran capacidad de actuación
No se puede crear una comisión o un fiscalía nacional anticorrupción exprés; si el Ejecutivo o el Legislativo quieren de verdad combatir este fenómeno, que se ha hecho parte de la cultura mexicana, es necesario que a estos órganos se les den dientes, capacidad de independencia, autonomía y actuación para llamar a cuentas a los diferentes actores de la sociedad, sin importar su filiación partidista y sin proteger intereses personales o de grupo.
Así lo expuso Francisco Rivas Rodríguez, director general de Observatorio Nacional Ciudadano (ONC).
“Tenemos que saber cómo va a estar construida la Comisión o la Fiscalía de la que ahora se habla”, dijo, y añadió:
“Tenía entendido que la Comisión iba a tener importantes funciones; una, de análisis y evaluación de la corrupción, y otra, atender aspectos culturales, como la participación ciudadana, generar programas sociales que favorecerían la cultura de la legalidad”, dijo a Crónica el también Consultor para México del Centro Nacional de Información Estratégica (NSIC).
Cuando se hablaba de una Comisión Nacional Anticorrupción, acotó, se aludía a una comisión independiente, autónoma, nombrada por el Senado –lo cual ya ocurrió—, que iba a tener la función de incidir en la corrupción municipal, estatal, federal, del legislativo, incluso del judicial. Es decir, una verdadera comisión anticorrupción.
También se había dicho que dentro de la comisión, iba haber una serie de comisionados, similar al IFAI para que no recayera solo en una figura el tema de la anticorrupción. Que el presidente de la comisión deberá ser alguien dotado en experiencia en materia de procuración de justicia, específicamente en los delitos cometidos por servidores públicos.
Sin embargo, ahora se dice que el Senado nombrará un fiscal, pero no sabemos en qué va la Comisión referida, expresó.
El procurador Jesús Murillo Karam planteó en la plenaria de diputados federales del PRI la posibilidad de que se opte por aprobar una fiscalía anticorrupción, en lugar de la comisión anticorrupción que había propuesto el presidente Enrique Peña Nieto, la cual fue aprobada por el Senado en diciembre de 2013, y está a revisión en San Lázaro.
El titular de la PGR aseguró que con la fiscalía se tendría un órgano mucho más completo. “La corrupción se ha generalizado y tenemos que resolverla desde sus raíces. Una fiscalía fuerte sería mucho más eficaz que una comisión”, agregó.
También hizo ver que cuando el Ejecutivo envió la iniciativa correspondiente, a mediados de noviembre de 2012, no se había considerado la constitución de la fiscalía general que sustituirá a la PGR, y resaltó que además la comisión enfrentaría un problema que no se resolvería fácilmente, porque no tiene capacidad de acción penal.
En este contexto, Rivas Rodríguez dijo a Crónica que se tiene que saber de qué tamaño será la institución que sea propuesta, pero lo que “no debemos permitir los mexicanos es que se gasten miles de millones de pesos de nuevo en instituciones que no van a generar buenos resultados”.
Para el director de ONC es necesario que la comisión o la fiscalía o lo que se vaya a generar, “de verdad esté destinado a prevenir y combatir la corrupción en los varios factores que la conectan y que tenga la autonomía para no depender de las voluntades políticas del momento y de las decisiones de que a éste sí lo atacamos y a éste no porque se dañan o benefician intereses personales, de grupo o partidistas”.
“Uno de los aspectos, que nosotros como organización hemos criticado, es la Comisión Nacional Antisecuestro, que es un compendió de buenas intenciones, donde tenemos a un excelente comisionado, principalmente que ha demostrado capacidad para negociar con los diferentes actores sociales, en particular con los gobernadores, que son actores difíciles, pero se está dependiendo de la buena voluntad de los actores de la administración pública”, ejemplificó.
Para Rivas Rodríguez, una comisión anticorrupción, siendo éste un tema toral que tiene que ver con la economía, la salud, el desarrollo social, la infraestructura, la energía, la seguridad pública, la procuración de justicia y la readaptación social, obviamente no puede ser de un tamaño pequeño o con funciones pequeñas.
Debe tener gran capacidad para generar instituciones de combate frontal a la corrupción.
Y en esa labor de persecución, añadió, debe estar acompañada de acciones de prevención de la corrupción. De hecho, ya se tiene una gran experiencia, “creo que fue muy desatinado desaparecer —o más bien limitar su fuerza, porque todavía no la han desparecido— la Secretaría de la Función Pública (SFP)”.
A decir del director de Observatorio Nacional, la SFP tuvo una acción muy importante en el tema de usuarios, en el tema de ciertos procedimientos en actos de corrupción. Desafortunadamente esta secretaría, como otras de la administración pública, no tuvo buena capacidad de comunicar hacia el exterior sus logros.
Recordó que la función de la SFP no era perseguir la corrupción, sino identificar los casos de corrupción para poderlos remitir a la autoridad competente, para desde ahí iniciar la investigación y la persecución de la justicia.
Es decir, la SFP detectaba el caso de corrupción, en las diferentes áreas de la administración pública federal, y debía mandarlo, a la PGR, donde hay una fiscalía especializada en delitos cometidos por los servidores públicos.
En su opinión, la corrupción está conectada con otros fenómenos que se tienen que atender; por eso, considera que la SFP era y tenía un buen armazón, el problema es que no tuvo independencia ni autonomía; además de que otras decisiones políticas no dejaron cristalizar sus resultados.
Perfil
Francisco Rivas Rodríguez es licenciado en Economía y Comercio por la Università Degli Studi di Perugia y licenciado en Psicología por la Universidad Autónoma de Baja California. Cuenta con una Especialidad en Cultura de la Legalidad de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales sede México. Es director general de Observatorio Nacional Ciudadano.
No a los gastos millonarios sin resultados
“Se tiene que saber de qué tamaño será la Comisión, la Fiscalía o institución anticorrupción que sea propuesta, pero lo que no debemos permitir los mexicanos es que se gasten miles de millones de pesos de nuevo en instituciones que no van a generar buenos resultados”, dejó en claro Rivas Rodríguez.
Órgano anticorrupción debe tener gran capacidad de actuación