El papa Francisco expresó hoy su deseo de que el Vaticano avance en el dialogo con los países de Asia con los que no mantiene relaciones diplomáticas plenas, en un aparente referencia a China.

“Tengo la total confianza de que los países de este continente con los que la Santa Sede no tiene aún una relación plena avancen sin vacilaciones en un diálogo que a todos beneficiará”, apuntó el pontífice en su cuarta jornada de visita a Corea del Sur ante un grupo de 65 obispos asiáticos en el santuario de Haemi (oeste).

El Vaticano no mantiene relaciones diplomáticas con China y Corea de Norte, mientras que han empezado con Vietnam los primeros contactos y acuerdos en relación al nombramiento de obispos.

La Santa Sede tampoco tiene representación diplomática en otros países de Asia Oriental como Laos, Birmania, Bután y Brunei.

Durante su vuelo a Corea del Sur el pasado miércoles, el papa envió un telegrama con sus “mejores deseos” al presidente chino, Xi Jinping, y a la población del país poco antes de que el avión papal sobrevolara por primera vez la potencia asiática, con la que el Vaticano no tiene relaciones diplomáticas desde 1951.

El hecho de que Pekín aprobara la ruta sobre su espacio aéreo se interpretó como un signo de relajación en las tensas relaciones entre China y el Vaticano, ya que en un viaje similar a Corea del Sur en 1989 el país asiático negó esa posibilidad a Juan Pablo II.

En China existen entre 8 y 12 millones de católicos, según datos del Vaticano, divididos entre los pertenecientes a la Iglesia oficial (“Patriótica”) -controlada por el Gobierno comunista- y la clandestina, en comunión con Roma y perseguida por Pekín.

Francisco apostó hoy por el “dialogo” durante su discurso en un santuario dedicado a 132 mártires coreanos y defendió que la Iglesia abra “la mente y el corazón” para aceptar personas y culturas.

“En este vasto continente, en el que conviven una gran variedad de culturas, la Iglesia está llamada a ser versátil y creativa en su testimonio del Evangelio, mediante el diálogo y la apertura a todos. De hecho, el diálogo es una parte esencial de la misión de la Iglesia en Asia”, aseguró el pontífice.

Francisco también criticó la “superficialidad” de la sociedad actual y advirtió de “la tendencia a entretenernos con las últimas modas, artilugios y distracciones” que impide, aseguró, “dedicarnos a las cosas realmente importantes”, en lo que se interpreta como una alusión a la omnipresencia de los dispositivos inteligentes.

También en el santuario de Haemi al que llegó en helicóptero esta mañana desde Seúl, Jorge Mario Bergoglio clausurará esta tarde la VI Jornada de la Juventud Asiática (JJA), el mayor encuentro de jóvenes católicos del continente, con una misa en la que se prevé la asistencia de hasta 45.000 personas.