En el marco del 25 aniversario de la caída del Muro de Berlín, el ex líder soviético, Mijail Gorbachov, advirtió ayer que ve al mundo en el umbral de una nueva Guerra Fría y expresó severos reproches a occidente por su actitud triunfalista, al que responsabiliza de las nuevas tensiones en su relación con Rusia, y enfatizó que debería restaurarse la confianza con Moscú a través del diálogo.

Durante su participación en el Simposio “El mundo 25 años después de la caída del Muro de Berlín: nuevas dudas, nuevas divisiones, nuevos muros”, que organizó la Fundación Cinema for Peace, Gorbachov aseguró que en los últimos meses culminó la “ruptura de la confianza” entre Rusia y occidente.

El político, considerado uno de los más grandes estadistas del siglo XX, reprochó a occidente, en especial a Estados Unidos, no haber mantenido la promesa que realizó en 1989, después de la caída del Muro de Berlín.

En vez de eso, dijo, Washington y occidente se proclamaron ganadores de la Guerra Fría y sacaron ventajas de la debilidad en la que se encontraba Rusia.

ACTITUD. Gorbachov calificó de “triunfalismo” la actitud de occidente y, particularmente, de Estados Unidos.

Asimismo, el ex mandatario de la ex Unión Soviética, dijo que “los sucesos de los meses pasados son la consecuencia de una política corta de vista, que ha pretendido fijar hechos consumados y al mismo tiempo ignorar los intereses de su socio, en este caso Rusia”.

Gorbachov dijo que ya en 1990, occidente empezó a minar la confianza con Rusia que había hecho posible la “revolución pacífica” en Alemania y Europa Central.

Mencionó que algunas de las acciones de occidente que empezaron a resquebrajar la atmósfera de confianza fueron la ampliación de la Organización del Tratado del Atlántica Norte (OTAN) y su proyecto de edificar un sistema de misiles en la frontera con Rusia.

CONFIANZA. A ello se sumó la posición de EU y Occidente en la guerra de Yugoslavia, en especial el caso de Kosovo, y después la actuación en Irak, Libia y Siria. “Y ¿quien padece principalmente por esta situación? Europa, nuestra casa común”, apuntó.

El Premio Nobel de la Paz 1990 exhortó a la estabilización de las relaciones entre Rusia y Alemania porque “debemos recordar que sin una sociedad alemana-rusa no puede haber seguridad en Europa”.