El regreso de Tiger Woods a la competencia ha sido de lo más accidentado, pues no sólo su juego corto anda algo oxidado tras casi cuatro meses de ausencia, ayer durante la tercera ronda del Hero World Challenge en Windermere, Florida se resintió de salud.

Poco después de pegar su segundo golpe desde la calle del hoyo 1, se vio que algo no iba bien. Se paró a mitad de la calle, se agachó y se apoyó sobre sus rodillas. Primero empezó con unas arcadas y después vomitó camino al hoyo 2, justo después de firmar su primer birdie del día.

No obstante Tiger completó los 18 hoyos. Curiosamente, lo hizo con la mejor tarjeta de la semana (69 golpes), pese a llevar el cuerpo desencajado. Animado seguramente porque terminara la fatiga, Woods encadenó tres birdies en los tres últimos hoyos. Luego se  conoció que sufre una laringitis.

“No fue fácil y luché duro”, dijo Woods. “Eso es todo lo que tenía”. Su resultado le permitió colocarse en el sitio 18 con par de campo, tras 54 hoyos recorridos en los que suma 216 golpes.

El torneo lo lidera el estadunidense Jordan Spieth con un total de 196 golpes (-20).