El director de Turismo del municipio de La Paz, Ricardo García Soto, informó que con apoyo de las fuerzas armadas y el consulado de Estados Unidos, continúa el desalojo de los cerca de 30 mil turistas que se encontraban en Baja California Sur cuando impactó Odile.

“Puedo asegurar que la mayoría de los hoteles de cuatro y cinco estrellas de los municipios de La Paz y Los Cabos son seguros, porque pueden convertirse en refugios naturales para albergar a sus huéspedes; sin embargo, en algunos se colapsaron las cocinas, falta alimento para los turistas y no los podemos llevar a los albergues populares”, dijo.

El comandante de la 3ª. Zona Militar, Juan Manuel Corona Armenta, informó que el Ejército apoya con aeronaves. “La evacuación de turistas, que deseen regresar a su país, los podemos transportar en grupo de 45 personas a Tijuana”.

En un recorrido que hizo este medio, se pudo constatar que habitantes de las colonias populares de San José del Cabo saqueaban las tiendas de conveniencia y tiendas departamentales, ante la pasividad de las  corporaciones policiacas tanto estatales como municipales.

“¡Hey, hey, hey, a dónde me llevas!”, le preguntó un agente de la policía ministerial del estado a una de las personas que participaba en el pillaje y que cargaba entre sus brazos cinco botellas de distintas marcas de bebidas alcohólicas.

Al verse sorprendido por el policía, el saqueador le “regaló” un botella de tequila.

En la Comercial Mexicana de San José del Cabo, el gerente de la misma, para evitar que la muchedumbre golpeara a los guardias de seguridad y ante el inminente saqueo, organizó a los saqueadores para que por espacio de cinco minutos y en tandas de 25 personas pasaran a la tienda a llevarse lo que quisieran.

Mientras tanto en la misma tienda departamental, pero en La Paz,  el gerente regaló a quienes le pedían carne, pollo, quesos, pan, y así pudo “evitar” el saqueo.