El nuevo ciclo de la Selección de España, después de su fracaso en el Mundial de Brasil 2014, comenzó con una derrota por la mínima diferencia 1-0 ante Francia, en París.

Un gol de Loic Remy en el minuto 73 fue suficiente en un partido en el que Vicente del Bosque debutó a cinco jugadores.

El tanto de la victoria francesa llegó en la parte final del partido, con un centro desde la izquierda de Mathieu Valbuena que fue rematado por Loic Remy, nuevo jugador del Chelsea, quien había entrado en el 58’ en sustitución del delantero Antoine Griezmann.

Con esta victoria, los Bleus siguen su línea ascendente que inició en la Copa del Mundo de Brasil 2014, donde perdieron en los cuartos de final 1-0 contra Alemania, mientras que España se busca a sí misma tras caer en la primera ronda del pasado Mundial 2014.

La Furia Roja, que cambió de cara con la retirada internacional de los mediocampistas Xavi Hernández y Xabi Alonso, se enfrentó a Francia además con la ausencia de Andrés Iniesta por lesión, por lo que tuvo que reconstituir su centro del campo, su línea más poderosa en los últimos años.

Koke Resurrección, Santi Cazorla, Cesc Fábregas y Sergio Busquets formaron el primer centro del campo titular en la nueva era de la selección española, que tras ganar dos Eurocopas (2008 y 2012) y un Mundial (2010), cayó de forma inesperada en la fase de grupos en Brasil 2014.

Prueba del cambio generacional fue el relevo del portero David de Gea, en su segundo partido internacional, por el arquero Iker Casillas, quien se quedó en el banquillo.

DEBUT TRIUNFADOR DE CONTE CON ITALIA. La Selección Italiana, dirigida por primera vez por su nuevo seleccionador Antonio Conte, superó a una Holanda donde también comenzaba etapa el entrenador Guus Hiddink, este jueves por 2-0 en un amistoso en Bari.

Los dos tantos del partido llegaron en los primeros minutos, por medio de Ciro Immobile al minuto 3, y un penal transformado por Daniele De Rossi al 10’. En el castigo de esa pena máxima había sido expulsado el holandés Martins Indi, lo que dejó a la Oranje casi sin opciones de buscar la remontada.

El partido suponía la puesta de largo del nuevo proyecto de la Azzurra, después de la gran decepción que supuso la eliminación en la primera fase del Mundial, que provocó la dimisión de Cesare Prandelli.