La cantante estadunidense Miley Cyrus se presentó la noche del viernes en la Arena Ciudad de México, donde derrochó energía, aunque tras el incidente que vivió con la bandera nacional en Monterrey, la artista se portó muy tranquila en el escenario.

La joven cantante se presentó ante 15 mil personas, en su mayoría adolescentes, que no dejaron de gritar y corear las canciones de la polémica cantante, quien hizo en su gira Bangerz tour lo que quiso, desde fumar mariguana, hasta golpearse el trasero con la bandera mexicana.

Pero Miley demostró en el escenario que ya nada queda de la niña Disney, que fue durante muchos años en la serie de televisión Hanna Montana e interpretó sus canciones con una inigualable voz.

“Sé quien quieres” fue el mensaje que Cyrus le transmitió a sus seguidores en varias ocasiones durante el concierto, el cual inició poco antes de las 21 horas con el tema “Hound Dog” y el recinto enloqueció al ver salir a la cantante con un tipo abrigo plateado que le tapaba medio cuerpo, con su corto y rubio cabello y sus descubiertas piernas.

La imagen de la cantante se mostró moviendo los ojos y sacando la lengua, sello personal de Myley Cyrus, el cual ha hecho que sus fans se identifiquen con ella, minutos después de que la imagen se mostrara en la pantallas principales la cantante apareció con un leotardo color naranja y con la frase en signos de interrogación ¿Cómo están México? Así es como dio inicio el concierto en este recinto.

Después todo se convirtió en una fiesta, y salieron al escenario botargas de animales, bailarines travestis, personajes disfrazados, y algunos con un vestuario tipo de circo que bailaban y acompañaban a la cantante en su trayecto de cada canción.

Uno de los momentos emblemáticos de la noche fue cuando Myley se colocó un vestido típico mexicano que uno de sus fans le aventó al escenario, el cual motivó a la intérprete a revelar que la noche anterior había tomado tequila, vomitando en su bolso lo cual había sido asombroso, expresó “ciudad de México, me dijeron que un gran público, quiero que disfruten este concierto” para después cantar “My darlin”,

Después de un intermedio rock, llegó “Do my thang” donde sus 10 bailarines hicieron explícitas coreografías siguiendo a su líder.

“Esta es una gran fiesta. No quiero que se desmayen por eso les voy a dar de mi agua”, dijo la cantante y repitió el ritual ya hecho en Monterrey, escupir agua a sus fanáticos, aquellos que pagaron el boleto más caro y que lejos de tomarlo como una ofensa, lo consideran un honor irremplazable.

Con cada tema, desde “Bangerz”, “4×4?, “FU”,  hasta su particular reinterpretación del clásico de The Beatles, “Lucy in the Sky With Diamonds”, que tuvo una respuesta poco comparable con lo que logró con “Adore You” o “Drive”, Cyrus logró conquistar a los jóvenes que se dieron cita en la Arena.

Al interpretar el tema “23” causó expectativa, ya que fue la canción con la que causó polémica con la bandera de México, pero en esta ocasión hizo su atrevida coreografía pero sin utilizar algún otro objeto.

En los últimos momentos del concierto Cyrus entono los primeros acordes de “Wercking ball”, con los cuales los fanáticos de la estrella se unieron nuevamente en una voz para interpretar el tema.

El adiós definitivo fue con “Party in the USA”, con la bandera de su país cubriendo su cuerpo y dos de la nuestra ondeadas frenéticamente por sus bailarines, con un verdadero festejo en el que se debe aceptar, guste o no, que Cyrus es y será una de las principales manifestaciones de los ya míticos Millennials.

Myley Cyrus agitó su lengua en numerosas ocasiones y colocándose una dentadura postiza con dientes chuecos, fue como se despidió, desapareciendo del escenario lo cual hizo vibrar una vez más a todo su público.