Putin acusa a Occidente de levantar otra Cortina de Hierro para hundir a Rusia

Con el país abocado a una recesión económica, por la caída en picada del precio del petróleo y el rublo, y aislado por su papel en la crisis de Ucrania, el presidente ruso, Vladímir Putin, acusó ayer a Occidente de tratar de hundir a Rusia a cualquier precio.
“Algunos gobiernos de ciertos países intentan levantar alrededor de Rusia una especie de nueva Cortina de Hierro”, dijo un Putin serio, pero desafiante, en su discurso anual sobre el estado de la nación, pronunciado en una ceremonia solemne en el Kremlin.
“Vienen tiempos duros”. Putin reconoció que las sanciones internacionales impuestas a Moscú tras la anexión de Crimea “han sido perjudiciales y ya han hecho daño” al país, y advirtió que “vienen tiempos duros”, con el fantasma de la recesión a la vuelta de la esquina y que se hará visible en 2015. Sin embargo, apenas dio espacio a la autocrítica y enseguida sacó su perfil más belicoso y desafiante.
Dijo que Occidente lleva “décadas, incluso siglos” deseando que Rusia se desintegre. “Los enemigos de ayer con gusto nos hubieran lanzado por el camino de la desintegración de Yugoslavia. Pero no lo sucedió, no lo permitimos”, dijo entre los aplausos de los más de mil invitados.
“Hablar con Rusia desde una posición de fuerza es inútil”, dijo y se mostró convencido de que, incluso sin la anexión de Crimea y la crisis en Ucrania, Occidente “habría encontrado otro pretexto” para imponerlas.
Sobre el tema ucraniano, el presidente ruso acusó a Occidente del “cinismo” cuando bendijo el “golpe de Estado” que sacó del poder a su aliado en Kiev, Viktor Yanúkovich, y calificó la anexión de la península de Crimea, en marzo pasado, de acontecimiento “histórico” y “sagrado”.
“Rusia, de hecho, demostró que es capaz de defender a sus compatriotas, promover la libertad y la justicia”, dijo, en alusión a los separatistas prorrusos del este de Ucrania, a pesar de que Moscú sigue negando su implicación oficial en el conflicto.
Volvió a criticar a Occidente por apoyar al Ejército ucraniano en su represión de la población prorrusa y afirmó que “ahora intentan convencernos por todos los medios de que esta es la política más sopesada y acertada, y que nosotros debemos subordinarnos de manera ciega y sin pensarlo. Esto no ocurrirá”.
Consciente del eco de sus palabras más allá de sus fronteras, lanzó el siguiente mensaje: “El Ejército ruso es moderno y, como se dice habitualmente, educado, pero temible. Nadie podrá lograr la superioridad militar sobre Rusia”.
Conciliador, al final. Tras su encendido discurso belicoso y patriota, Putin acabó su discurso dejando claro que “bajo ninguna circunstancia nos planteamos suspender nuestras relaciones con Europa y EU”.
También se mostró conciliador con los que, asustados con la crisis, han sacado del país más de 100 mil millones de dólares, anunciando una amnistía fiscal, pero advirtió que “se hará sólo una vez”.
Putin acusa a Occidente de levantar otra Cortina de Hierro para hundir a Rusia