Uruguay cumple con Obama y acoge a seis presos de Guantánamo

El mandatario uruguayo, José Mujica, cumplió ayer con su compromiso de acoger en el país, en calidad de refugiados, a seis reclusos de la cárcel de Guantánamo (Cuba), que llegaron en la madrugada de ayer al Hospital Militar de Montevideo como parte del programa del cierre del penal adoptado por el presidente de EU, Barack Obama.
La llegada de los seis presos —cuatro sirios, un tunecino y un palestino—, confirmada también por el Ejecutivo uruguayo, es el primer traslado desde Guantánamo a un país de Suramérica y el segundo a Latinoamérica, después de que El Salvador acogiera en 2012 como refugiados a dos presos uigures, que luego abandonaron el país centroamericano.
“Atroz secuestro”. Los seis reclusos, contra los que nunca se presentaron cargos, son considerados de bajo riesgo por el gobierno de EU y su transferencia había sido autorizada al menos desde 2010.
El canciller uruguayo, Luis Almagro, ha dicho que los reos “serán hombres libres” en Uruguay, mientras que el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, negó que pueda recaer sobre ellos algún tipo de “vigilancia especial” de fuerzas estadounidenses.
“Hemos ofrecido nuestra hospitalidad para seres humanos que sufrían un atroz secuestro en Guantánamo. La razón ineludible, es humanitaria”, señaló Mujica en una carta pública difundida el pasado viernes en la que no precisaba fechas para la llegada de los reos.
La transferencia a Uruguay deja ese penal con 136 presos, de los que 67 ya tienen aprobación para ser transferidos. De los restantes 63 presos, de momento únicamente 10 enfrentan cargos, han sido acusados formalmente o están cumpliendo sentencias.
“Hito enorme”. El gobierno de Obama consideró la transferencia un “hito enorme” en los esfuerzos por cerrar la prisión, lo que hará más fácil convencer al Congreso del cierre de Guantánamo.
“Estamos muy agradecidos con Uruguay por esta importante acción humanitaria, y al presidente Mujica por su sólido liderazgo a la hora de proporcionar un hogar para individuos que no pueden regresar a sus países de origen”, dijo el enviado especial del Departamento de Estado para el cierre de Guantánamo, Clifford Sloan.
“El apoyo que estamos recibiendo de nuestros amigos y aliados es crucial para lograr nuestro objetivo compartido de cerrar Guantánamo, y esta transferencia es un enorme hito en nuestros esfuerzos para cerrar las instalaciones”, añadió.
“Comprar un problema”. La oposición política uruguaya se ha mostrado contraria a la decisión de Mujica de dar cobijo en Uruguay a los reclusos y le ha acusado de “comprar un problema” para el país.
“Mientras hablan de los presos de Guantánamo, el Uruguay que nos enorgullecía se pierde”, escribió ayer en Twitter el senador del Partido Colorado José Amorín.
Tampoco la población parece estar de acuerdo con la decisión, ya que el 58 % de los uruguayos rechazaba en octubre, según una encuesta, la llegada al país de los presos.
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