Crece presión en la Casa Blanca por debate migratorio
El presidente Barack Obama está en una posición política comprometida, ya que mientras sus aliados le exigen detener las deportaciones, los republicanos expresaron sus dudas de que este año se concrete una reforma migratoria.
Si Obama presenta un argumento claro de por qué es de interés nacional detener esas deportaciones y otorgar un estatus legal temporal, el país lo seguirá y los republicanos no tendrán opción, dijo Peter Markowitz, director de la Clínica de Justicia en Inmigración de la Escuela de Leyes Cardozo.
Markowitz dijo a Notimex que no funcionó la estrategia presidencial de los últimos cinco años de aumentar las deportaciones a “niveles sin precedentes” para ganar credibilidad entre los republicanos a fin de convencerlos de respaldar la reforma migratoria integral.
El activista y su equipo respaldaron una petición legal de la Red Nacional para la Organización de Jornaleros (NDLON) a fin de que el Departamento de Seguridad Interna (DHS) emita una regla oficial que suspenda unilateralmente la deportación de indocumentados.
La petición, presentada a nombre de un grupo de indocumentados que enfrentan un proceso de deportación, sostiene que el presidente Obama tiene la facultad ejecutiva de poner fin a la separación de familias.
Por su parte, Richard Trumka, presidente de la central sindical AFL-CIO, indicó que la Casa Blanca podría mejorar su posición de negociación si el presidente Obama suspende unilateralmente las deportaciones de inmigrantes indocumentados.
Indicó que esta posición presionaría al Partido Republicano, que tiene problemas para acercarse a las comunidades hispana y asiática.
Aunque reportes de prensa revelaron este martes que legisladores republicanos y demócratas, así como enviados de la Casa Blanca, se han reunido con republicanos de las facciones más conservadoras de la Cámara de Representantes para lograr un acuerdo sobre migración, aún no está claro que se produzcan resultados.
Mientras los líderes republicanos, incluyendo a John Boehner y Paul Ryan, se han mostrado a favor de presentar una propuesta migratoria en 2014, las facciones más conservadoras del partido han manifestado su oposición luego de conocer los llamados principios migratorios, los cuales consideran ofrecen una amnistía a los inmigrantes.
Otros republicanos incluyendo el líder de la mayoría, Eric Cantor, Kevin McCarthy y Marco Rubio y el propio Ryan, expresaron el pasado fin de semana sus dudas de que progrese la reforma migratoria este año, debido a la falta de confianza en el presidente y en que la ley migratoria se aplique.
“Durante ocho años, Bush trató de hacer lo mismo y falló año tras año, si quiere la reforma migratoria integral es tiempo de una nueva estrategia”, puntualizó Markowitz.
Recordó que cuando se discutía el Programa de Acción Diferida (DOMA) para los estudiantes indocumentados, los republicanos en principio se oponían.
Sin embargo –dijo- cuando el presidente Obama, utilizando su autoridad lo promulgó y explicó a los estadunidenses el beneficio para el país, los congresistas republicanos no tuvieron otra opción que respaldarlo.
Crece presión en la Casa Blanca por debate migratorio