No han pasado ni dos semanas desde que se filtraran algunos extractos de la autobiografía de Rosie Perez, ‘Handbook for an Unpredictable Life’, que retrataban a la diva del Bronx como una mujer “ambiciosa”, sin escrúpulos y dispuesta a “llamar la atención” en todo momento. Pero tras el revuelo que han causado tales comentarios, la coreógrafa y actriz se ha visto obligada a entrar de nuevo en el debate para aclarar que su opinión sobre Jennifer Lopez ha sido “claramente” malinterpretada por los medios.

“Creo que la prensa ha exagerado demasiado y manipulado algunos de los fragmentos de mi libro. Yo no odio a Jennifer Lopez como se ha venido diciendo por ahí, de hecho la respeto mucho. Desde el principio sabía que iba a ser una estrella porque tenía madera para ello, y es cierto que tuvimos más de un roce. Pero todo eso pasó hace 20 años, por lo que me sorprende la habilidad de los medios para tratar de que algo tan remoto tenga vigencia hoy en día”, aseguró Rosie en una entrevista con el canal CNN.

Pese a que en su libro, publicado parcialmente por el diario The New York Post, Rosie también recordaba cómo se negó a saludar a su rival durante un evento relativamente reciente -precisamente por su negativa a enterrar el conflicto en el pasado- ahora insiste en que las diferencias que mantenía con Jennifer están guardadas en un baúl de los recuerdos que no pretende reabrir, ya que prefiere mirar hacia el futuro y seguir destacándose en la opinión pública únicamente por su trabajo.

“Yo he pasado página y me imagino que Jennifer también lo ha hecho. No hay razones para seguir teatralizando la situación y añadir dramatismo al caso. Las dos estamos centradas ahora en nuestras carreras y en nuestras familias, y no creo que tengamos ningunas ganas de volver a reabrir estas heridas que no conducen a nada. Me parece horrible que se haya sacado todo de contexto”, explicó en la misma entrevista, antes de atribuir buena parte de la controversia al racismo latente que, a su juicio, todavía existe en la sociedad estadounidense.

“Creo que el propósito de todo esto era poner a dos latinas a pelearse enfrente de todo el mundo. Me resulta asqueroso que, teniendo en cuenta las dificultades que tienen las personas de color a la hora de triunfar en este mundo, la prensa se dedique a poner trabas y a minar nuestra reputación”, concluyó.