Sí funciona la reforma laboral: Navarrete Prida
Alfonso Navarrete Prida, secretario del Trabajo y Previsión Social, afirma a Crónica que la reforma laboral ha funcionado: tenemos 16 meses sin una huelga a nivel federal, se ha avanzado en la disminución de la informalidad y se ha protegido a grupos vulnerables.
A invitación del Consejo Editorial de Crónica, formado por directivos y colaboradores de este diario, el secretario Navarrete abundó también sobre los problemas que enfrenta y dijo claramente que el principal es la informalidad laboral, que es parte de un país dividido con mercados ocupacionales desiguales. Ponderó la disminución de la informalidad, pero recordó que “formalizar empleos no es nuevo empleo” y que hay un severo problema de “precarización del trabajo y de los ingresos”.
Estos son los puntos centrales de la conversación colectiva con el abogado y político mexiquense.
La plática inició con una exposición general de los problemas que debe abordar la STPS, que el funcionario dirigió para explicar la importancia y necesidad de las reformas aprobadas en los dos primeros años del gobierno de Peña Nieto.
Navarrete empezó por describir el mercado laboral mexicano: “es el undécimo en tamaño en el mundo y es uno de los más desiguales”. Advirtiendo que se trataba de una esquematización, dijo que hay una parte inserta “en nuestra enorme capacidad para ser competitivos en el mundo globalizado” y que hay “otro México con problemas estructurales profundos”. Pronosticó que el primero va a ser “el México al que le va a ir bien este año” y, respecto al segundo, afirmó que su dependencia hará todo lo que esté de su parte “para que no le vaya mal”.
Comentó que el país vive tres transiciones: la demográfica, que no fue acompañada de un diseño de planeación metropolitano, pero en la que se disociaron la oferta educativa y los mercados laborales; la epidemiológica, con cambios en las enfermedades, que ahora son fundamentalmente crónico-degenerativas, con los consiguientes costos en pensiones y en el sistema de salud; y la democrática, con la alternancia y la pluralidad partidaria.
A partir de esas transiciones, dijo, “necesitamos crecer a tasas del 5 por ciento por más de dos décadas, para aminorar los costos y permitir la entrada al mercado de trabajo de todos los jóvenes que lo requieren”. De ahí –concluye– la importancia de las reformas laboral, educativa, hacendaria y financiera, que deben ayudar a crear esas condiciones.
Comentamos al secretario que la falta de esos resultados económicos ha generado un sector informal de la economía muy grande. Respondió con datos, pero también con análisis.
Lo primero que señaló Navarrete Prida fue que “el problema laboral más grande en el país es la informalidad”, y agregó que está ligada a esta especie de país dual en el que vivimos. El 23 por ciento de la población ocupada produce el 75 por ciento del PIB. Eso deja al 77 por ciento restante con niveles de productividad ínfimos.
Comentó que antes, hasta diciembre de 2012, se subestimaba la informalidad, porque se medía por el lado de los empleadores. Ahora se mide por el lado de los empleados, por eso llegó a representar casi 60 por ciento de la Población Económicamente Activa.
Explica el titular del Trabajo y Previsión Social que en el sector formal es raro que los trabajadores ganen el salario mínimo, pues se les suele pagar mucho más, mientras que en el informal la norma es que ganen menos de tres mínimos, “con un salario real que ha caído 75 por ciento desde que se vinculó a la inflación”.
Afirma que, en ese sentido, debe entenderse que el esfuerzo del gobierno por formalizar a los trabajadores es también un tema social, y que resulta muy importante que la tasa de informalidad laboral haya caído 3 puntos en el último año.
Se le preguntó a Navarrete Prida si la reforma laboral había generado conflictos. La respuesta –otra vez con un dato contundente– es negativa.
El secretario define la situación como “paz laboral”. Dice que “por primera vez en la historia hemos tenido 16 meses consecutivos sin una sola huelga a nivel federal”. De hecho, el récord anterior era de cuatro meses, en los años cincuenta, “y aquel era otro país”.
Señala que esta paz se ha dado “con todo y que la reforma abrió las puertas a la transparencia sindical y a la flexibilización laboral”, porque se evitaron posibles abusos en la contratación individual. Luego hizo un recuento de algunas de las bondades de la reforma, como la protección de grupos vulnerables con políticas afirmativas, el acortamiento de los juicios laborales o la reglamentación del outsourcing.
Añade un dato importante: sindicatos de todas las tendencias se han sentado en las mesas de negociación y ninguno de ellos se ha sumado a procesos recientes de movilización política en contra del gobierno.
Una pregunta específica fue sobre las negociaciones en el contrato del sindicato petrolero.
Navarrete respondió que se trata de una negociación entre empresa y sindicato, en la que la secretaría a su cargo entra si hay necesidad de destrabarla. Pero agregó que la reforma energética debe ser vista por el sindicato como una oportunidad para “pasar de sindicato de empresa a sindicato de industria”, y recolocar así a trabajadores calificados.
También cuestionamos a Navarrete Prida sobre los recortes al gasto y las expectativas para 2015 y 2016. Ve una tendencia a la polarización.
El secretario espera que, por el más dinámico crecimiento de la economía de Estados Unidos, el año resulte bueno para la parte moderna del país, pero que la imposibilidad de potenciar más los programas sociales afectará a los sectores más vulnerables, “a falta de una política pública que genere más productividad”. Subraya que se busca que los recortes sean “donde afectemos a menos gente” y que será fundamental proteger la canasta básica.
En ese sentido, considera como datos positivos que en las negociaciones contractuales los salarios estén aumentando por encima de la inflación y que se avance hacia una desindexación “en busca de un nuevo salario mínimo”.
Otras cosas que dijimos se refirieron a las afirmaciones de que se están creando empleos sin precedentes y que se suele manejar la tasa de desempleo abierto como indicador de bienestar. El secretario fue sincero y realista al contestar.
Navarrete dice que sí hay una importante creación de plazas, pero que hay que quedar claros que “formalizar empleos no es nuevo empleo”. También dijo que es importante ver otras tasas alternativas –le habíamos señalado la de Ingresos Insuficientes y Desempleo, entre otras-, porque “nuestro problema es la precarización del trabajo y de los ingresos”.
Otras preguntas tuvieron que ver con el empleo juvenil y la vinculación escuela-trabajo.
Sobre el primer tema, Navarrete recordó que el Programa de Primer Empleo, promovido por Felipe Calderón, fue un fracaso, y que ahora se trabaja, con mejores resultados, a través del Servicio Nacional de Empleo. Aún así, como en otros países, la tasa de desocupación entre los jóvenes es el doble que el promedio.
Sobre la vinculación entre trabajo y escuela, el titular de la STPS empezó su respuesta afirmando que “hablar de productividad no puede ser en el aire” y que en el Comité Nacional de Productividad no participan sólo representantes de trabajadores y empresarios, sino también las universidades. “Debemos analizar las vocaciones productivas –incluso regionales– y advertir a la sociedad y a los estudiantes sobre las expectativas laborales”. Puso como ejemplo que ahora lo más demandado es en el área de tecnologías de la información, y no hay oferta laboral suficiente.
Advirtió que no se trata de pensar exclusivamente en las necesidades de las empresas, ni en el corto plazo. “La planeación del desarrollo es vocación indispensable del gobierno”, concluyó.
Finalmente, preguntamos sobre las elecciones federales en puerta y sus posibles efectos en el área de su competencia. Hizo un diagnóstico breve y preciso.
“El crecimiento económico menor a lo esperado desgasta al gobierno y a su partido. Lo importante es que la Cámara que surja de estos comicios permita tener gobernabilidad en el país y el aterrizaje de las reformas aprobadas”.
Sí funciona la reforma laboral: Navarrete Prida