Blog expediente

Luis Velázquez
06 de enero de 2015
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Escenarios
•Contar historias, oficio peligroso
•Empíricos, los mejores reporteros
•84 horas plagiado Moisés Sánchez
I
Los primeros secuestros y asesinatos de reporteros y fotógrafos de Veracruz nos tomaron a muchos sorprendidos. Sin una capacidad inmediata para reaccionar. Nadie lo esperaba.
Un día, don Julio Scherer García (Carlos Fuentes lo llamaba el Francisco Zarco del siglo XX) llegó, con su equipo, al palacio de gobierno de Xalapa y enfrentó la realidad.
“Nos les creemos” dijo cuando le bajaron el sol, la luna y las estrellas sobre la búsqueda de los asesinos de la corresponsal de Proceso, Regina Martínez.
Entonces, llegó el plagio y asesinato y mutilación y sepultura en fosa clandestina de Gregorio Jiménez, el reportero policiaco del periódico “El Liberal”, y los trabajadores de la información descubrieron que “tenían mucho que decirse” y convirtieron a Veracruz en el centro de un gran debate nacional; pero también en el púlpito de la irascibilidad social.
En Coatzacoalcos, por ejemplo, los colegas nos enseñaron a todos a mantenerse unidos ante la amenaza inesperada que en el otro extremo del mundo: desde Washington hasta París los periodistas, con sus ONG, llevaron a clasificar a Veracruz en el peor rincón del mundo para el gremio periodístico.
Así, la herencia de María Georgina Domínguez fueron diez reporteros asesinados más tres desaparecidos.
Alberto Silva Ramos, todavía director de Comunicación Social, se estaba yendo libre “de polvo y paja”.
Pero en la víspera, ni hablar, el viernes 2 por la noche un reportero soñador, iluso, utópico, lleno de ideales, limpio, transparente; pero, además, activista social, Moisés Sánchez Cerezo, fue levantado por un comando en su casa de Medellín y “El cisne” se irá de la vocería con una mancha.
II
En contra parte, muchos, muchísimos trabajadores de la información se han re/conocido, re/identificado, re/descubierto en la desventura. El viernes fue Moisés. Antes, tres desaparecidos más diez asesinados…al fin colegas, pagaron con su vida el ejercicio periodístico.
Las palabras se han vuelto más poderosas que las balas.
Contar la historia de cada día, mudado en un oficio peligroso.
Y más aún, como acontece en muchos pueblos del planeta donde el reportero que denuncia un bache en la calle, una fuga de agua en la vecindad, el robo a una casa habitación, el asalto en un comercio, el poste con la lámpara pública fundida, corre más peligro que un enviado especial de The Washington Post y/o de The New York Times a un frente bélico en el Medio Oriente.
Más aún cuando como en el caso de Moisés Sánchez, se enfrenta a los caciques que todavía gobiernan y mandan de norte a sur y de este a oeste de Veracruz, “señores de horca y cuchillo” como les llamaban en el siglo pasado.
III
El lunes 5 de febrero, en la mañana, significó una revolución de conciencias y corazones en el gremio periodístico.
Reporteros de Coatzacoalcos, Acayucan, Medellín, Xalapa y Orizaba, en Veracruz, se fueron a la protesta por el regreso a casa, vivo y sano, de Moisés Sánchez.
Otros reporteros del país (Acapulco, Querétaro y Tabasco) fueron solidarios y también marcharon en las calles de sus ciudades donde todos los días gastan la suela de los zapatos atrás de las noticias y en las tardes desgastan la columna vertebral ante la computadora.
Ha renacido, pues, y de una manera extraordinaria, sorprende, alucinante y maravillosa la voluntad espiritual de algunos reporteros, fotógrafos y camarógrafos para reunirse en defensa de otros colegas y compañeros; pero también de ellos mismos, porque como lo dijo la mamá de Karime Alejandra, la niña de 5 años secuestrada y asesinada en Coatzacoalcos: “Hoy secuestraron a mi hija Karime, mañana puede ser tu hija”.
Estamos, entonces, ante una revuelta social, una revolución silenciosa, el tránsito de la contemplación mística del reportero al activismo social y político, callado por ahora, aun cuando desde siempre pesa más, mucho más, el silencio, como aquella marcha gigantesca de estudiantes de la ciudad de México, en 1968, Gustavo Díaz Ordaz presidente, con el digno rector de la UNAM, Javier Barrios Sierra.
La procesión del silencio, pues, tan intensa como la procesión del silencio de la Semana Mayor.
IV
En la marcha de ayer, un reportero discutía por teléfono con su pareja, de igual manera tundetecla. Le decía:
“Escoge entre Arturo Bermúdez, el procurador y yo”.
Y le colgó.
Años antes, en el siglo pasado, Gloria Arenas Ajís, una de las fundadoras con su hermana Norma y el profe Felipe Velasco, del TINAM, el movimiento de insurgencia indígena en la sierra de Zongolica, decía que “el compañero de la cama ha de ser de la vida”.
Carlos Fuentes, en su libro de crónicas París, la revolución de mayo, 1968, escribe lo siguiente:
“Maridos y mujeres se separaron por incompatibilidad política, moral y erótica (pues se trata de sinónimos”.
Otras parejas, en cambio, se conocieron en las barricadas, en el debate, en la caminata exigiendo la libertad de Moisés Sánchez, quien ha dado a todos el más alto ejemplo y testimonio de su vocación periodística.
Cierto, Moisés estudió la carrera de Leyes en el Sistema Abierto y nunca se tituló. Y de ahí brincó al periodismo, atrás del llamado de su conciencia social y de sus neuronas y de su vida. Su pasión es el periodismo y el activismo” dice su esposa.
Pero sin ir tan lejos ahí está la historia: los mejores reporteros del país han sido los empíricos. Ricardo Flores Magón, Francisco Zarco, Ignacio Manuel Altamirano, Ignacio Ramírez, Ignacio Martínez, Filomeno Mata. Etcétera. Muchos de ellos, estudiantes de Leyes. Otros, autodidactas. Aquella generación que don Daniel Cosío Villegas describía de la siguiente manera: “Son hombres; pero parecen gigantes”.
Otro dato: un reportero empírico, Luis Spota, ingresa al periódico Excélsior cuando los jóvenes Julio Scherer García y Carlos Denegri comenzaban. Y durante 45 días ininterrumpidos, uno tras otro, Spota se lleva las 8 columnas de portada. Un hecho sin antecedente en la historia del periodismo mundial. Ningún otro reportero ha podido emular su ejemplo. Ni en México ni en el planeta. Y era empírico. Culto, claro. Estudioso, claro. Con un olfato periodístico, fuera de serie, claro. Pero autodidacta, como Moisés Sánchez.
¿Por qué, entonces, el menosprecio a su periodiquito La Unión y a su trabajo de cronista en las redes sociales?
Demasiada temeridad. El menosprecio. La soberbia.
V
Desde Medellín, un pueblito rural de Veracruz, como tantos otros, lleno de caciquitos, Moisés Sánchez se ha negado a ser parte del sistema político. Su apuesta ha sido cuestionar la realidad, el mundo, su mundo, el mundo de sus vecinos.
La noche del viernes 2 de enero fue levantado por un comando. Y una vez más los colegas se han sublevado al Veracruz que padecemos.
Al momento han transcurrido tres días y medio. Las horas pasan y se van contando. Y todos las vamos contando.
Y cuidado: desde el poder público se reproduce la misma, digamos, estrategia que el caso Goyo Jiménez. La visita del secretario de Seguridad Pública y el procurador de Justicia a la familia. La foto de la familia con el jefe máximo. La frase petulante: “Lo encontraré”.
El día que la protesta reporteril alcanzó la dimensión nacional, Gregorio estaba sepultado en una fosa clandestina.
Y el nombre de Veracruz, solito, por su propio peso, se abría pasado en el mundo como un paraíso fallido. Mejor dicho, el infierno y la pesadilla…
Expediente 2014
Reparto de las mieles
Luis Velázquez
06 de enero de 2015
Igual como ha ocurrido en otras partes de la nación, el exlíder del PANAL, el partido de la profe Elba Esther Gordillo, defenestrada por el presidente Enrique Peña Nieto, el exdiputado federal, Jorge Kahwagi, tenía todo listo para iniciar en Veracruz su redituable negocio de verificentros.
En Puebla, por ejemplo, con el presidenciable Rafael Moreno Valle, el gobernador empleó “argucias legales para rescindir sus concesiones a los empresarios locales y abrir paso a empresas foráneas, la mayoría ligadas a Kahwagi” (Proceso 1992, Gabriela Hernández).
Incluso, en Veracruz los concesionarios actuales se inconformaron; pero, lo más importante, se organizaron e interpusieron un amparo que hacia el final del día ganaron con todo y los ajustes y reajustes.
Y el exlíder nacional del PANAL fue descarrilado.
Claro, sólo fue por un semestre, en el que los concesionarios jarochos podrán seguir usufructuando el servicio de los verificadores vehiculares, pues el amparo logrado los protege por seis meses.
Luego, la fuerza política del PANAL de Elba Esther Gordillo que en el fidelazgo le permitió, según la fama pública, el operativo millonario de Finamed con la Secretaría de Salud, todavía en disputa jurídica, dará cobijo a Kahwagi para invertir en los verificentros con la bendición superior del gobierno de Veracruz.
Así, y en nombre de la política los negocios lícitos e ilícitos siguen cobijándose, entendiéndose como el reparto de las mieles entre las elites.
Es más, se habla de que el exdirigente del PANAL ya tenía lista una inversión millonaria; pero con todo y el duartismo “en la plenitud del pinche poder” se le cayó.
Pero, bueno, de igual manera como a Finamed le otorgaron la concesión por 20 años, que luego le fue revocada y hasta cancelada, a lo mismo pudiera aspirar el protegido de Elba Esther con los verificentros.
Y más cuando, por ahora, por un lado se habló de que desaparecía la tenencia vehicular; pero, en contra parte, subían las multas por las infracciones al reglamento de Tránsito y, por añadidura, la verificación vehicular.
EL MISMO NEGOCIO EN OTROS ESTADOS
En Baja California, Jorge Kahwagi Macari, fallido boxeador, dandy, utilizando prestanombres, ya instaló los verificentros, de igual manera que en el estado de México, de Eruviel Ávila, el otro presidenciable.
Ahora, en Puebla, con su ángel de la guardia, Rafael Moreno Valle, logró el siguiente operativo represor:
Uno. Con la bendición del gobernador poblano, un día, de pronto, el gobierno del estado anunció que las concesiones serían revisadas para su modernización, y así, 85 empresarios locales se pusieron a temblar.
Dos. De pronto, zas, empezó la clausura violenta de algunos verificentros, argumentando irregularidades.
Tres. Las bases para los nuevos centros de verificación fueron manejadas como secreto de Estado y que incluían, entre otras cositas, diez años de concesión.
Cuatro. El exlíder nacional del PANAL siguió operando a través de la empresa Medios y Procedimientos Tecnológicos, propiedad de los hermanos Valenzuela Villalpando, sus socios y prestanombres, y en donde el gran descubrimiento científico es que al mismo tiempo pueden revisar cinco automóviles.
Cinco. Los requisitos para renovar las concesiones fueron elevados a las alturas, de tal manera que resultaron insalvables de cubrirse para el grueso de los microempresarios.
Sexto. En Puebla, el exdirigente tiene de socio a su primo José Cabalán, secretario de Administración del gobierno de Moreno Valle.
“El gobierno de San Luis Potosí ha otorgado contratos millonarios a la empresa Cosmocolor, propiedad del ex diputado federal Jorge Kahwagi, sin licitaciones, acusó la asociación civil Ciudadanos Observando. Para este 2014, por medio de adjudicación directa, se le asignaron tres contratos que suman 20 millones de pesos.
“Esta empresa propiedad del exboxeador y exdirigente del partido Nueva Alianza: Jorge Kahwagi, ha surtido los insumos para las licencias de conducir más cara de este país”, indicó la Organización no gubernamental. La empresa cuenta con múltiples denuncias en la Ciudad de México y Veracruz por casos de corrupción”.
“La asociación señaló que Cosmolor en otros estados del país sí participa por medio de una licitación pública; pero en la mayoría de los casos no termina con la asignación porque se le han detectado varias irregularidades, a diferencia de lo que sucede en San Luis Potosí. Información obtenida por Ciudadanos Observando y que fue mostrada por empleados de la empresa Cosmocolor comprobó que existe una merma de 10% debido a la baja calidad de los insumos, lo que genera que una de cada diez licencias se tire a la basura” (San Luis Hoy, 29 de agosto de 2014).
Pues bien, el boxeador fallido tenía listo en Veracruz el mismo operativo y aun cuando ya tenía la bendición superior, los concesionarios se fueron a la demanda, se ampararon y ganaron el primer round.
Desde ahora, se mantendrán organizados para seguir dando la pelea dentro de seis meses cuando una vez más sea revisadas las concesiones.
MONOPOLIO EN PUERTA
La moda sexenal consiste en entregar concesiones a los amigos, que al final de cuentas también suelen resultar socios y aliados.
Por ejemplo, el número 1991 del semanario Proceso consigna algunos nombres de empresarios y compañías favorecidas por el peñismo.
Una. Higa, de Armando Hinojosa Cantú, privilegiada desde que Enrique Peña Nieto era gobernador del estado de México, la misma involucrada en el caso de las Casitas Blancas de “La gaviota” y Luis Videgaray Caso.
Dos. La española OHL, en la que tienen inversiones algunos empresarios mexiquenses ligados al grupo político empresarial de Atlacomulco.
Tres. Las empresas de los hermanos Vázquez Raña, dos de ellos, Mario y Olegario, en la recta final para la concesión de una televisora comercial nacional.
Cuatro. Las empresas de Carlos Hank Rhon.
Y cinco, entre otras. Las empresas de Carlos Slim Helú.
Claro, la empresa de Jorge Kahwagi estaría operando en menor escala; pero, al mismo tiempo, expresa el tráfico de influencias para avenirse de negocios seguros y rápidos, fast track.
En Veracruz, los concesionarios de los verificadores vehiculares están con “los pelos de punta” para boxear como peleadores callejeros y defenderse ante el monopolio en puerta…
Barandal
•Fallido complot vs Duarte
•Ramalazo de 100 cadáveres
•Conjurado a tiempo…
Luis Velázquez
06 de enero de 2015
PASAMANO: El 21 de septiembre, 2011, 33 cadáveres fueron tirados en el paso a desnivel de la avenida Ruiz Cortines, en Boca del Río, frente a la plaza comercial Las Américas, desde donde se contempla la bahía y el Golfo de México, y la Isla de Sacrificios y el castillo de San Juan de Ulúa, la cárcel privada de Porfirio Díaz Mori… Fue en la víspera de la cumbre nacional de los presidentes de los Tribunal Superior de Justicia y de los procuradores de Justicia… Pero los 33 cadáveres fueron, apenas, apenitas, la punta del iceberg, pues en realidad eran más de cien, según el informe de las autoridades de aquella época… En otro lado de la ciudad jarocha estaban listos unos 35 cadáveres más para ser tirados en la vía pública y en otra bodega otros 35 cadáveres, es decir, más de cien que estaban listos para sembrar el más terrible impacto social y político de norte a sur de la república… Incluso, el operativo formaba parte, según se afirma, de un complot en contra de Javier Duarte para descarrillar su gubernatura y, por tanto, su renuncia sin mayores explicaciones y/o negociaciones… Entonces, Duarte apenas llevaba unos diez meses al frente del Poder Ejecutivo, luego de recibir el sexenio de su maestro y tlatoani el góber fogoso y gozoso, tiempo aquel cuando los carteles habían alcanzado su momento cumbre en el estado de Veracruz y, bueno, deseaban multiplicarse toda vez que para la fecha habían atravesado los sexenios de Miguel Alemán Velasco y Patricio Chirinos Calero, sin que nadie los molestara… Además, se trataba de un instante político elegido con pulcritud, dada la cumbre de los funcionarios públicos encargados de impartir justicia en la nación… Y, sin duda, la posible visita del presidente de la República, entonces, Felipe Calderón Hinojosa, quien terminó el sexenio con más de 20 mil muertos…
BALAUSTRADAS: Cuatro años después, el complot del mes patrio, septiembre, 2011, ha sido el más canijo enfrentado por Duarte, más aún, incluso, que el asesinato de los 10 reporteros y fotógrafos ocurridos en los años 2011, 2012 y 2013 y, por supuesto, del número incalculable de muertos, secuestrados, desaparecidos y ejecutados, la mayor parte de los cuales están en la impunidad… Incluso, con todo y que Veracruz ha sido ubicado en el segundo lugar nacional de secuestros y fosas clandestinas y, de paso, los ríos Coatzacoalcos y Blanco convertidos en los cementerios flotantes más extenso de los señores de la droga… Pues bien, y según las versiones, el complot fue desmoronado a partir de negociaciones de bajo perfil con los soldados; pero más aún, con los marinos, a los que desde siempre han considerado más duros y férreos en tal clase de operativos… Así, y de acuerdo con las versiones, el resto de los cadáveres, más de 70, fueron diseminados por ahí, enviados quizá, acaso, a la fosa común y/o a otro extremo del país, sabrá la astróloga de los Llanos de Sotavento, y el complot fue conjurado… Es más, por eso mismo se entendería aquella declaración (acelerada y anticipada) del gobierno de Veracruz de que los 33 cadáveres eran de malandros, cuando entre los cuerpos existían menores de edad, una quinceañera, y su madre, una señora ama de casa que trabajaba de asistente con un médico particular… El asunto ahí queda; pero si el lector acucioso recuerda en los últimos tres años los marinos han recibido ene número de privilegios y canonjías como nunca antes en un sexenio jarocho… Desde, por ejemplo, la medalla Veracruz a un secretario de Marina hasta la posible candidatura al Congreso de la Unión de un vicealmirante, jefe de la Zona Naval…
ESCALERAS: El caso de los 33 cadáveres en el paso a desnivel Ruiz Cortines siempre quedó en el imaginario colectivo en la opacidad… Unas veces se aseguró que se trataba de un ajuste de cuentas entre los narcos, como siempre suele acontecer… Otras que los autores eran los Mata/Zetas… Otras que se trataba de un grupo de militares enmascarados creados para el exterminio de los malosos… Pero como entonces Veracruz estaba más atrapado que nunca en la incertidumbre y la zozobra social el caso se fue olvidando hasta la fecha en que aquel fuego cruzado quedó en el misterio, en tanto Duarte fue sobreviviendo a todos los pronósticos de que su renuncia era inminente, incluso, hasta de que Enrique Peña Nieto se lo llevaría al gabinete legal y/o ampliado… Todavía cuando Lady PROFECO cometió su resbalón y su padre fue renunciado a la dirección general de la Procuraduría Federal del Consumidor, PROFECO, hubo voces opositoras anunciando que su designación estaba lista… Ahora, ya está en el V año de gobierno y aun cuando por ahora otro reportero y activista social, Moisés Sánchez Cerezo, de Medellín, ha sido levantado y una red de periodistas del país y del extranjero junto con la ONG Artículo 19 han solicitado justicia y su pronto regreso a casa, vivo y sano, el llamado góber padrísimo alista maletas para entregar buenas cuentas a Los Pinos con la elección de diputados federales, luego de que 45 de los 50 diputados locales (siete de diez panistas) le aprobaron la mini gubernatura de dos años…
Posdata
Vive Motita un infierno
•Algún pecado mortal cometió. Imperdonable. El caso es que el secretario de Educación, hasta anoche, tiene una mirada ausente, ida, triste, y pareciera que anda levitando, encorvado, con los hombres más caídos que nunca, más calvo…
Luis Velázquez
06 de enero de 2015
De la mirada con fulgor y resplandor de Adolfo Motita Hernández, secretario de Educación de Veracruz, en el primer tramo del duartismo a la mirada de hoy (ausente, ido, levitando, triste, apendejado, aislado, solitario, en trance, en otro lado; pero además, encorvado, con los hombros caídos, más calvo y más flaco) existe una distancia de años luz.
Pareciera, decía la abuela del rancho, “que anda cargando el mundo”.
Es la mirada del hombre derrotado. Mejor dicho, aniquilado, porque el hombre derrotado todavía puede levantarse y resucitar, y el hombre aniquilado queda en la lona como un boxeador noqueado al que sacan en palomita del ring.
Si nos basamos en la mirada de Motita en los últimos días un hecho terrible se atravesó en sus neuronas, en su corazón, en su hígado, en su alma, en su espíritu, quizá, incluso, hasta en su sexo.
Pareciera su mirada y su cuerpo la de un hombre abandonado. A la deriva. Dejado a su incierta suerte en la mitad del océano con viento huracanado.
Mira sin ver. Escucha, sin oír. Levita, quizá, como Remedios la bella que envuelta en una sábana tendida en el patio voló al cielo en la novelística de Gabriel García Márquez. Sólo falta que mude en el Gregorio Samsa de Kakfa.
Entonces, en los primeros meses del barco duartista sorteando la tempestad heredada por el góber fogoso y gozoso, en la mirada de Motita existía el resplandor de su vida. Fulgían sus ojos. La chispa de la vida como dice el anuncio del refresco de cola.
Por ejemplo, en su oficina daba vueltas y se detenía en la gigantesca computadora con la página web de la SEV en la pantalla y se miraba a sí mismo en la pantalla llena de sus fotos en actos públicos.
Soñaba en aquel tiempo con brincar de la SEV a la rectoría de la Universidad Veracruzana y de ahí a la candidatura priista a gobernador.
Incluso, se burlaba de los llamados “Niños infieles” a quienes llevaba, decía, mucho, demasiado camino.
Miraba las fotos de Karime Macías y Javier Duarte en su privado y se detenía como si estuviera, digamos, ante la Virgencita de Guadalupe y Jesús de Nazareth.
Y se zambullía en el silencio, planeando, calculando los tiempos por venir que serían sus aliados.
En una puerta de acceso su chef lo miraba, pendiente de un deseo, el mínimo, del jefe.
COMETIÓ UN PECADO MORTAL
Ahora, camina más encorvado que nunca. Más flaco. La calvicie floreciendo en su cabeza como en tierra fértil sembrada con flores de exportación. La mirada, no obstante, sin el brillo de los tiempos nostálgicos.
Algún pecado mortal cometió, sin duda.
Quizá viva en el remordimiento por haber ultrajado alguno de los mandamientos de la ley de Dios.
El quinto, no matarás. El sexto, no cometerás actos impuros. El séptimo, no robarás. El octavo, no mentirás. El noveno, no desearás a la mujer de tu prójimo. El décimo, no codiciarás los bienes ajenos.
Acaso, por ejemplo, levite y ande en trance porque la encuesta lo desfavoreció en el distrito de Coatepec y luego en el distrito de Xalapa rural como posible candidato a diputado federal y se encuentre, por tanto, en la encrucijada de su vida.
Quizá ya dejó de hablar las 20 veces diarias que alardeaba platicaba con el jefe máximo y por eso esté triste, como la princesa del poema de Rubén Darío.
Acaso soñó con terminar su periodo en la SEV y como lo dejará inconcluso por el cargo público siguiente para lanzarse otra vez a las grandes ligas en el altiplano la tristeza se ha adueñado de sus días y noches, las horas febriles en el insomnio.
Quizá el destino lo alcanzó como aquel primer año del sexenio en que por su culpa y la de Harry Grappa abuchearon al gobernador en el Teatro del Estado y fue ordenado su despido; cabildeó un perdón y expresó a Javier Duarte la siguiente frase bíblica:
“Señor, un menosprecio de usted es peor que el menosprecio de mi esposa”.
Y ni hablar, se tiró al piso y fue perdonado.
Pero ahora, acaso, quizá, habrá cometido otro error imperdonable, imperdonable, imperdonable, y por eso su mirada ausente, en trance, ausente, triste, adolorida, perpleja, la espalda más encorvada que nunca y los hombres más caídos que los de Pancho Villa y la calvicie anunciado su llegada impostergable.
Arrastra Motita un infierno. Su mirada lo dice todo. Es más, escudriñando las fotografías pareciera que ha llorado.
Quizá, claro, pudiera deberse a un pleito conyugal insuperable que le ha ganado su serenidad, si se considera que don Fernando Gutiérrez Barrios afirmaba que la templanza y la firmeza y la madurez de un político se mide en las horas adversas, incluso, hasta para disimular ante los demás.
Pero el titular de la SEV ha perdido el control. El viaje tormentoso y caótico de sus ojos lo traiciona.
Anda, pues, en tránsito. Se estaría asomando a una nueva vida. Mejor dicho, a otra realidad. Peor tantito: podría estar en medio de la espada y la espada, el doble, triple fuego. Con el jefe máximo. Y en su casa. Y en la población electoral, sabrá la astróloga de los Llanos de Sotavento.
Ha dejado, no obstante de sonreír. Aquella chispa cuando en su primera precampaña electoral regalaba chicles Motita y llegaba a los actos públicos en un Grand Marquis nuevecito, sintiéndose el Elvis Presley, el Bob Dyan de Coatepec y sus alrededores…